El Ampo Ordizia quiere pero no puede ante Independiente

En una mañana desapacible, Ampo Ordizia nunca se sintió a gusto sobre la moqueta de Altamira. Salvo en los primeros veinte minutos, en el resto del encuentro jugó a remolque de un Independiente que marcó el ritmo del partido. La fina lluvia hizo que las imprecisiones en el juego a la mano fueran constantes en el bando local. Perdieron un sin fin de balones con opciones de ataque. Además, hay que reconocer que los visitantes se mostraron más fuertes en las fases de conquista y, sobre todo, en la melé, donde hicieron mucho daño al Ordizia.

Después de un primer cuarto de hora en el que costaba encadenar jugadas, Matoto rompía por el centro tras touche y anotaba el primer ensayo local. La conversión de Cruz ponía el 7-0, que hacía pensar que el partido se pondría de cara para los de Garmendia y Marotias.

Nada más lejos de la realidad. Con el marcador en contra fueron los visitantes quienes buscaron marcar con mucho empuje y, a pesar de que Ampo logró al inicio defender y alejar el peligro, a los 29 minutos un golpe y cuatro minutos después un ensayo en superioridad de Palmieri por la izquierda, que volvía a convertir Roldán, daban ventaja al Independiente: 7-10. Las lesiones de Lasa y Lescano, que tuvieron que abandonar el césped en esos instantes, hicieron daño.

Un golpe de Cruz ponía las tablas antes de llegar al descanso. A la vuelta no cambió la decoración. El partido no era nada vistoso y Ordizia nunca se sintió cómodo. Ni siquiera Cruz, que este domingo falló casi todos los golpes que intentó. A los diez minutos de la reanudación volvía a ensayar Independiente con varios quiebros del bravo Roldán, que con el pie subía el 10-17. Apenas se acercaban ambos equipos a la línea de ensayo, hasta que Ampo se vio con el agua al cuello a falta de diez minutos con el 10-20. Araña ensayaba en la penúltima jugada y la última larga posesión ordiziarra se abortaba con una intercepción dudosa de los visitantes.