La Junta de Castilla y León recuperó hace algunos años la espada del Cid, la famosa Tizona, por algo más de un millón y medio ... de euros. Fue a parar a la catedral de Burgos, hermosa e imponente como pocas, para que descansara junto a su dueño. No estaría mal que el Acunsa GBC se la hubiera traído como trofeo después de su gesta en el Coliseum. El equipo guipuzcoano logró un triunfo inapelable cuando y donde menos se esperaba. Hay que creer en estos chicos, su mérito es tremendo. Hacen de lo sencillo difícil y de lo complicado lo fácil. Ganan donde nadie espera y salen derrotados en los partidos marcados con rojo. El rotulador a la basura.
Levantaron once puntos de diferencia, encontraron su momento, empataron el choque, propinaron un golpe a su rival en el segundo cuarto que casi deja noqueado a todo un campeón de la FIBA Champions. Pelearon de tú a tú, cuerpo a cuerpo, aunque la Tizona fuera el arma de su enemigo.
Nicola dio con la tecla. El GBC sufre en el rebote. Un montón. Pues pongo a los grandes, pensó el rafaelino. Carlson, Okouo y Radoncic a la vez en la pista y el Burgos se dio de bruces con la realidad. Parecía impensable. El Cid enfrente. Da igual.
Y llegó Faggiano. Con 71-77 metió un triplazo a falta de dos minutos y medio que decantó el partido. La Tizona cayó de las manos del capitán burgalés. El partido estaba en el bolsillo. Y la espada.
Más sobre la victoria del GBC
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión