Por lo menos da señales de vida

La mejoría solicitada no fue suficiente. Ayuda a tener algo más de optimismo sobre lo que puede ser capaz de hacer este equipo en los partidos que quedan, pero la buena cara que mostró en el Buesa Arena no le dio al Acunsa para discutirle el partido al Baskonia. Lo primero porque apenas tuvo acierto de fuera, lo segundo porque Pierria Henry y Rokas Giedraitis no tenían previsto que el GBC se llevara el choque y tercero porque después de remontar dos veces -una quince y otra trece puntos de desventaja- el equipo de Nicola tiró todo el trabajo por la borda en una salida a la pista calamitosa. El Baskonia le endosó un parcial 8-0 con canastas fáciles que les puso con trece de ventaja, 67-54. Y ya fue suficiente. De ese golpe no se pudo levantar el Acunsa Gipuzkoa Basket aunque lo intentó. Un equipo como el gasteiztarra, por muchas bajas que tenga, por mucho que este domingo jugara con varios de los no habituales, sigue siendo un equipo enorme y más para este Gipuzkoa Basket, que por lo menos dio señales de vida.

Cierto que el Baskonia venía de firmar un partidazo en Estambul y que Ivanovic no exprimió a sus hombres, pero no faltó mucho para que el Acunsa GBC pudiera discutirle, por lo menos, el triunfo a los alaveses. Hay mejora sí, pero faltan cosas para que este equipo sea fiable.

Arrancó el Acunsa con la intención de hacer daño a su rival y lo consiguió, con algo más de descaro en ataque. Los 2,21 de Fall suponían un muro casi infranqueable en la zona del Baskonia donde Henry, Giedraitis y Polonara anotaban nada más empezar. La segunda falta de Echenique le mandó al banquillo y Viny Okouo se erigió en único referente en ataque del Acunsa GBC. El congoleño hizo diez puntos en los seis últimos minutos de cuarto que hicieron mantener vivo al equipo guipuzcoano, 21-17 al final del primer cuarto.

Brandone Francis lideró después la ofensiva con siete puntos seguidos que, unido a dos robos de balón que acabaron con un mate de Pere Tomàs y un triple de Jan Span, le dieron la vuelta al luminoso, 25-29 (min. 14). La ventaja aumentó después de un triple de Faggiano y por un momento el GBC fue el dominador del choque. Hasta que Pierria Henry dio un paso al frente.

Hizo nueve puntos en la recta final del cuarto para volver a poner por delante al Baskonia antes de tomar el camino de los vestuarios, 38-36. Se cobró una antideportiva bastante dudosa de Francis que tropezó con el base estadounidense y metió un par de bandejas. El Acunsa no pudo seguir con su acierto anotador y en los últimos cinco minutos solo fue capaz de hacer dos canastas, obra de Faggiano y Echenique.

Las dos salidas de los últimos dos cuartos sentenciaron a los de Nicola. 12-0 de parcial en el tercer cuarto y 8-0 en el último. Y el GBC perdió por once. Las cuentas son claras.

Siguen esas desconexiones que ante un equipo así se hacen gigantescas. Y eso que el Gipuzkoa Basket de la mano de un acertado Radoncic reaccionó. Tras verse trece abajo, el montenegrino hizo diez puntos, bien secundado por Pere Tomás y un acertado Span para meterse en el choque, 57-54 (min. 29). La línea de 6,75 no engaña y uno de los problemas de este GBC es que promedia un 29% desde detrás del arco y este domingo hizo 8 de 28. Un 28%. Ese parcial favorable llegó con tres triples pero luego no hubo continuidad.

El Acunsa no pudo levantarse del último sopapo. Henry y Dragic con Jekiri por dentro vieron aro con extrema facilidad y ese 8-0 fue la génesis del triunfo baskonista, 67-54 (min. 32). Es quizá el gran debe del cuadro de Nicola, ya que con meter un poco más de ritmo, los locales hicieron canasta sin apenas oposición. Después, con solo un triple de Dee, fue imposible darle la vuelta al marcador.

El GBC por lo menos se pareció al de las primeras jornadas. Incluso lideró el marcador. Ya ven que el listón estaba bajísimo. El miércoles habrá otro partido, en Murcia, donde hay que pedir al GBC un poco más en su reacción si no el tiempo se va a convertir en el enemigo público número uno.