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Una cosa es no poder escalar la montaña más alta y otra ni siquiera intentarlo. Los jugadores del Inveready GBC lo tienen claro: aunque ... tengan delante un coloso como el Estudiantes, con una ventaja clara de 2-0 y que para eliminarles haya que ganar tres encuentros seguidos, el primero hoy (20.30 horas) en el Amenabar Arena. Se va a intentar de todos modos. Más cuando los guipuzcoanos juegan en su pista con el calor y apoyo de su afición. Unos seguidores que están de uñas desde que una inexplicable e inexistente falta antideportiva girase el resultado del segundo encuentro de forma virulenta. Hay aún mucha gente encendida con lo sucedido en el Magariños pero Mikel Odriozola templó gaitas ayer en su comparecencia previa. «Ya he hablado lo suficiente». No quiso recordar lo que todo el mundo vio.
El GBC debe ir paso a paso. No hay que engañarse, deberá jugar un partido completísimo para que los del Ramiro hinquen la rodilla y se juegue un cuarto encuentro. No sabemos si los madrileños han cogido solo una noche de hotel, o dos con opción de cancelación.
Los dos primeros choques han mostrado que es imprescindible tratar de parar a Jayson Granger. El charrúa llevaba un encuentro gris hasta que la connivencia arbitral le dio la opción de lanzar nueve tiros libres en el último minuto y medio, y fue de los máximos anotadores del encuentro.
Su compatriota Joaquín Rodríguez brilló en los dos primeros encuentros. En el segundo Garino llegó a los 16 tantos. Kravic y Barro han demostrado que son sólidos como el cemento armado y que apenas tienen fisuras. Pero claro. Es que jugadores que se irían hasta los 30 minutos de juego en el GBC como Francis Alonso, Juan Rubio o Schmidt jugaron 4, 7 y 15 minutos respectivamente. Es el ejemplo perfecto de lo que es el Estudiantes.
En el GBC se va a hacer todo lo posible para que Vrankic sea de la partida, aunque anunció su entrenador que «estará si nos puede ayudar. No le vamos hacer jugar por jugar». Sería una ayuda extra para la tropa guipuzcoana que está convencida de que se puede derrotar al Estudiantes. A punto estuvieron de hacerlo el domingo pasado y hay datos que hacen confiar en el triunfo.
Y es que los de Odriozola le han cogido el punto a jugar como local. Llevan una racha de cinco triunfos en los últimos seis encuentros, con la salvedad del choque se perdió en la prórroga ante el Burgos, 81-84. No tiene red el Inveready GBC pero no le va a importar. Jugará con garra, pasión y el corazón blanquiazul. Si además tiene acierto en el tiro, no hagan planes para el domingo.
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