La naranja se queda a medio exprimir

La derrota de este sábado fue la quintaesencia de la crueldad. Había dos jugadores nuevos, el GBC dominaba por diez puntos a falta de 5:51 para acabar. Vencía por seis restando 2:51. Y ni por esas. Las últimas decisiones en ataque fueron fatales y tiraron por tierra un excelente partido de la escuadra entrenada por Valdeolmillos.

Este sábado era el día de engancharse. Hubieran sido dos triunfos seguidos y seguro que hubiesen metido el miedo en el cuerpo a sus rivales. Ahora, los equipos que están pocas victorias por encima respiran porque un triunfo donostiarra les hubiera exigido bastante más para esta jornada.

Respiraron porque el tiro final de Nevels tocó el hierro. La fotografía que tienen a su izquierda resume cómo se quedó el californiano. No estuvo afortunado en sus últimas decisiones y fue una pena porque en él se basó el despegue del Delteco GBC. Falló un tiro, se resbaló con cuatro arriba y erró el lanzamiento final. Una auténtica pena porque volvió a ser el máximo anotador del GBC, pero la fortuna le fue esquiva.

Muchos se preguntarán dónde estaba Matic Rebec hasta ayer. La energía del esloveno fue de lo mejor del partido y, a pesar de su 0 de 6 en triples, levantó en varias ocasiones al público de sus asientos. El otro que se estrenaba, Zeisloft, demostró que su muñeca está preparada para grandes noches: hizo 4 de 7 en triples. Eso sí, Corbacho no jugó ni un minuto. Lo mismo que Barro, que no fue de la partida por lesión.

Louis Labeyrie fue el autor de los siete primeros puntos de los valencianos. Por el GBC Dani Pérez, tras anotar un triple, se tuvo que ir al banco con dos faltas. Salió Matic Rebec y en su segunda acción metió una penetración que arrancó los primeros aplausos del público. Con Rebec en pista, el Delteco estuvo muy acertado y descarado en ataque y cogió una mínima renta, 11-7 (min. 7). La salida de Tobey y sus 2,13 igualaron el partido. Nick Zeisloft no pudo tener mejor debut porque clavó un triple al final del cuarto para dejar el 14-14 (min. 10).

El triple anterior de Zeisloft le dio confianza al de Illinois porque clavó uno parecido al inicio del segundo cuarto. El Valencia despertó con dos bombas de Vives y Tobey, que devolvieron la igualdad al luminoso. Llegó el tercero de Zeisloft, pero en mitad de los mejores minutos del equipo de Ponsarnau. Se pasó del 19-14 a un peligroso 22-31 (min. 16).

Bobrov se colgó del aro para insuflar energía a su equipo. Y le fue de perillas. Zeisloft siguió con su idilio desde el 6,75 y clavó su cuarto triple, y un rebote del ucraniano en ataque volvieron a meter al GBC en partido, 29-31 (min. 19). Una última acción de Van Rossom dejó el 29-33 al descanso. El Delteco, en los primeros veinte minutos había lanzado más triples (17) que tiros de dos (13). Y el plan no le iba mal.

Se encendió la luz roja de alarma tras un triple de Doornekamp porque los valencianos se pusieron siete arriba, 29-36. En lugar de venirse abajo, el Delteco dio un paso adelante en defensa y mejoró en ataque para hacer un 9-0 de parcial que llevó el delirio a las gradas. Aparecieron Nevels, Dani Pérez y Salvó. La única manera de desactivar a la defensa del Delteco fue un triple de Vives, 39-41 (min. 25) segundos después de que los donostiarras se hubieran puesto por delante. Luego se vivieron tres minutos de juego apasionantes con intercambio de golpes, hasta que una última canasta de Rebec dejó el 52-48 (min. 30).

La afición se frotaba las manos con la posibilidad de que el GBC cogiera vitamina C extra para luchar por la salvación a costa del Valencia Basket. Y el cuarto final no pudo empezar mejor. Rebec y Nevels con dos grandes acciones pusieron la máxima hasta ese momento, 56-48. Tobey con un dos más uno cortó la racha pero Sekulic con un tiro de cinco metros y un palmeo de Salvó volvieron a poner nueve arriba al GBC, 60-51. Después, Bobrov al final de posesión dio la máxima del partido al Delteco, 62-52 (min. 35).

En ese momento no era una quimera tumbar al sexto de la Liga y soñar con subir el quinto triunfo. Pero el Valencia, equipo con más tablas que un barco vikingo, sabía que iba a llegar su momento y de la mano de San Emeterio fue bajando la diferencia. Con todo, una canasta de Nevels dio aire al GBC, 64-58 (min. 37) pero el Valencia no dio su brazo a torcer. Con los dos equipos en bonus, Labeyrie y San Emeterio acercaron al Valencia y llegaron las malas decisiones del Delteco.

Rebec falló un triple para ponerse nueve arriba y a continuación Labeyrie se colgó para el 66-62. Nevels se resbaló en un ataque que podría haber cerrado el choque y propició una contra que terminó en triple de Van Rossom. 66-65 a falta de un minuto. El cuadro donostiarra no pudo anotar en su ataque y la pesadilla del GBC en el último cuarto, Fernando San Emeterio, volvió a hacer una canasta para poner uno arriba a los de Ponsarnau faltando quince segundos, 66-67.

La última bola fue a parar a Nevels que tuvo una suspensión forzada y no pudo dar el triunfo a los donostiarras que cuajaron un gran partido pero fue insuficiente para dar la quinta alegría a la afición.