Ver 16 fotos
Dos minutos de sequía y la maldición de los ex
Huskic y Burjanadze se alían para provocar la primera derrota de los de Odriozola en casa, en la prórroga, ante un bravo, golpeado y corajudo GBC
Llegó la primera derrota del curso para el Gipuzkoa Basket en casa y no se puede hacer otra cosa que ponerse en pie y aplaudir ... al equipo de Mikel Odriozola. Murió con las botas puestas, como se suele decir en los casos en que un equipo se ha vaciado y ha esquivado todas las adversidades posibles. Perdió porque no gozó de la eficacia en los dos últimos minutos de partido, que tuvo antes desde el triple y porque el Coruña es un equipazo larguísimo que se agarró al choque como una lapa. Forzó la prórroga levantando seis puntos en los dos últimos minutos de partido, donde el GBC no pudo hacer ni un solo punto que le hubiera dado la victoria. Un triunfo que mereció pero que se escapó de las manos por el buen hacer de dos ex del cuadro guipuzcoano: Goran Huskic y Beqa Burjanadze.
El tiempo extra fue uno de los de manual. El equipo que coge ventaja la administra a la perfección y no da opción al rival. El Coruña lo hizo desde el tiro libre, maniató a Barcello y el cuadro de Odriozola no fluyó bien en ataque. Un triple Oroz dio esperanzas, 87-84 a falta de 1:06 pero Huskic hundió las ilusiones de los guipuzcoanos con un triple, 84-90 a falta de 46 segundos para la bocina. Hasta ahí llegó un maltrecho Gipuzkoa Basket que no pudo contar con Barcello dos cuartos porque le abrieron la ceja, Ansorregi se torció el tobillo en pleno partido y Marcius no jugó porque sigue renqueante de un esguince en el tobillo. Hay que tener en cuenta además, que Aurrecoechea no entrenó en toda la semana, pero aún y todo, estuvieron a punto de ganar al todopoderoso Coruña.
De tres vale más
El partido comenzó como se esperaba, con el Coruña cargando el juego por dentro con Goran Huskic martilleando el aro del GBC lo que le valió al cuadro gallego para obtener una ventaja inicial, 2-9 (min. 4). Apareció Barcello con cinco puntos pero un golpe en la ceja le llevó al vestuario para que le dieran algún punto de sutura y le protegieran con una venda. Se fue el pistolero con el GBC siete abajo, 10-17, pero a partir de ahí ofreció un manual de baloncesto. Ante las torres y físico del Coruña, Mikel Odriozola planteó el juego por fuera. Le salió a las mil maravillas. Cinco triples en el primer cuarto para ir tres por delante. Cinco puntos de Vrankic obligaron a pedir tiempo muerto a Epifanio, 28-20, y cinco minutos después volvió a pasar lo mismo en pleno festival de tiro de los guipuzcoanos, con ocho aciertos de doce intentos, 38-29 (min. 15).
Gipuzkoa Basket
Oroz (11), Barcello (18), Ansorregi (2), Carlson (5) y Aurrecoechea (7) -quinteto inicial- Vujadinovic (6), Motos (9), Stürup (0), Martínez (11) y Vrankic (15) T3:13/30 T2:18/39 T1:9/15 REB:28 ASIS:25 ROB:8 PERD:10 TAP:0
84
-
91
Coruña
Petersen (8), Barrueta (5), Lindquist (14), Galán (0) y Huskic (19) -quinteto incial- Jakovics (18), Font (6),McDonnell (7), Diagné (6) y Burjanadzde (8) T3:8/30 T2:27/39 T1:13/15 REB:39 ASIS:25 ROB:4 PERD:13 TAP:4
-
Parciales: 23-20, 44-39 (descanso) 60-55, 76-76 (final) y 84-91 (prórroga)
-
Árbitros: Mas, González y Acevedo. Sin eliminados.
-
Incidencias: Alrededor de 2.500 espectadores en el Angulas Aguinaga Arena
Se rehizo el equipo gallego con un 0-6 de parcial cortado por Vujadinovic con otro triple y los primeros puntos de Aurrecoechea dejaron la ventaja al descanso en cinco, 44-39. Siguió a lo suyo tras la reanudación el equipo guipuzcoano con Motos, Carlson y Ander Martínez liderando el ataque pero era imposible despegarse del cuadro coruñés, con Lindquist y Jakovics como exponentes ofensivos.
Volvió Barcello, ovacionado por el público, y lo primero que hizo fue meter un canastón para cerrar el 60-55 antes de empezar el cuarto de la verdad. Hubiera sido una historia maravillosa que el pistolero, con su venda en la cabeza, hubiera guiado al GBC al triunfo. Lo hizo, pero faltó la guinda. Metió 18 puntos en 24 minutos, once en el último cuarto. Una suspensión de otro planeta del de Phoenix puso el 76-70 a falta de 2:06. Y ahí comenzó el desierto. Cinco lanzamientos a canasta erró el cuadro guipuzcoano para cerrar el choque y poco a poco el Coruña se acercó y fue adquiriendo vida extra. Primero, con un triple de Jakovics, 76-75 a falta de 45 segundos y después con un tiro libre de Burjanadze, que empató el partido a 19 segundos para la bocina. Barcello tuvo el tiro para la gloria, para salir por la puerta grande, dio en el aro y el choque se fue al tiempo extra donde el Coruña no tuvo piedad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión