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Partido Nástic-Málaga de ascenso a Segunda dirigido por Eder Mallo.
Admitida la querella del Nástic contra un árbitro por presuntos delitos de falsedad documental y corrupción en el deporte

Admitida la querella del Nástic contra un árbitro por presuntos delitos de falsedad documental y corrupción en el deporte

La entidad catalana denunció al colegiado vasco Eder Mallo Fernández, que fue el encargado de dirigir el duelo de ascenso a segunda frente al Málaga, tras realizar una investigación con detectives

A. Algaba e I. Asenjo

Lunes, 27 de enero 2025, 15:04

El Gimnastic de Tarragona, conjunto que milita en la Primera RFEF, ha informado que el Juzgado de Instrucción Número 4 de Tarragona ha admitido a trámite la querella presentada contra el árbitro que dirigió el duelo de ascenso a Segunda División frente al Málaga en la pasada temporada, el vizcaíno Eder Mallo Fernández, por hechos que podrían constituir un delito de falsedad documental del artículo 390.1.1 del Código Penal y delito de corrupción en el deporte del artículo 286 bis.4 del Código Penal. Dicho duelo finalizó con un gol en la prórroga del conjunto andaluz que le dio el ascenso de categoría, dejando al Nástic sin el sueño de ascender.

Medio año después de aquel encuentro, disputado el 22 de junio, el equipo de Tarragona presentó en diciembre una demanda contra el colegiado vasco, al que acusa de falsedad documental y corrupción deportiva. Los catalanes argumentan que el árbitro «falseó» el acta del partido y que adoptó varias decisiones para favorecer al equipo de la Costa del Sol, que acabó ascendiendo tras marcar en la prórroga (minuto 124) el definitivo 2-2 tras un gol de Antoñito Cordero, haciendo valer el 2-1 del enfrentamiento de ida.

«Al finalizar el partido, el árbitro confeccionó el acta correspondiente y en la misma se indica que finalizado el tiempo reglamentario fue precisa la realización de la prórroga reglamentaria para resolver cuál de las dos escuadras ascendía de categoría», aseguraba la denuncia presentada por el equipo tarraconense, que además recibió una sanción de cuatro partidos por los incidentes ocurridos tras el encuentro y que obligaron al árbitro a ser escoltado hasta los vestuarios. El colegiado subrayó en su momento que llegó a temer por su «integridad física, al ver cómo aficionados abrían la puerta» y le increpaban mientras que la seguridad del estadio presente le indicó que era «imposible retirar y controlar a esta gente puesto que, según nos dicen, son varios directivos y propietarios del club».

La querella sostiene, aportando pruebas documentales, incluidas las grabaciones realizadas por la agencia de detectives de Francisco Marco, Método 3, que el colegiado mintió cuando en el acta arbitral aseguró que había temido por su integridad física después del pitido final, en su vestuario, en el Nou Estadi. Por esta razón le acusa de un delito de falsedad documental. Los insultos y amenazas que describió el árbitro en el acta fueron el principal argumento para que la Federación sancionase al Nàstic con el cierre de su estadio cuatro partidos. Añade el club catalán en su denuncia el informe de los Mossos d'Esquadra, firmado por el policía designado como jefe de seguridad del Nou Estadi. El acta policial concluyó que la integridad física del equipo arbitral no se vio comprometida.

En la querella contra Eder Mallo Fernández, a la que tuvo acceso La Vanguardia, se le acusa de pitar de forma premeditada para favorecer al Málaga y asegurarse de este modo su ascenso como colegiado de Segunda División, quintuplicando así su salario anual hasta los 100.000 euros. Para justificar la alteración y predeterminación del resultado, el club catalán esgrime de nuevo un informe de la referida agencia de investigación privada, que señala cómo «en una cena previa a la celebración del partido, determinadas autoridades de Andalucía y de la ciudad de Málaga que se habían trasladado a Tarragona manifestaron que tenían el partido controlado y que lo único que les preocupaba era la reacción del público». Otro de los indicios, según la investigación privada, es que la noche previa al partido, el árbitro dijo al camarero del bar 'Sports Legends Tavern' de Salou, Carlos Blanco, supuesto amigo de éste: «Al 3 del Nàstic le tengo la matrícula tomada», en alusión a Nacho González, que fue expulsado en el minuto 63.

«El Gimnastic de Tarragona, después de recibir esta notificación, seguirá defendiendo la dignidad y honorabilidad de la entidad de Tarragona», concluye el comunicado del club catalán.

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