Respira Roglic, respira Guillén y respiramos todos. Ya sé que la organización había adoptado numerosas medidas, pero parece un milagro llegar a Madrid sin un ... solo positivo por coronavirus en el pelotón y con la totalidad de etapas disputadas, aunque en algún caso la organización haya debido modificar el recorrido.
Roglic ha puesto la guinda a una temporada formidable con victorias prácticamente en todas las carreras donde ha competido. Le quedará la espina del Tour perdido el penúltimo día, pero si ya antes de empezar la Vuelta era el número uno de la clasificación individual de la UCI, ni qué decir ahora.
Ackermann pudo con Bennett en el último sprint, esta vez sin descalificación del irlandés de por medio. Ahora bien. La foto-philips demostró con claridad que el hombre rápido del Bora había cruzado por delante la línea de meta.
La mano que le tendieron los corredores del Movistar a Roglic en La Covatilla está presente en las tertulias, pero no ha levantado tanta polvareda como presumía. Circulan por las redes comentarios sobre el perjuicio comercial que puede causar la polémica en el país de Carapaz, Ecuador, donde está implantada la firma telefónica. No sé qué habrá de verdad detrás.
Al hilo de este tema, recuerdo lo sucedido el primer o segundo año de Fagor. El reglamento recogía que cada equipo podía presentar un número máximo de corredores a las carreras. Langarica llevó a la de Estella un Kas con tres o cuatro más del límite. Matxain protestó con toda la razón. No le hicieron caso, y decidió que su escuadra no tomara la salida. Fuimos en bici a Pamplona, donde nos alojábamos. Pero resulta que Fagor tenía comprometido en Estella suministrar electrodomésticos a varios bloques de viviendas de nueva construcción. Hubo toque de atención de la casa a Matxain por su decisión. Los intereses comerciales pesan.
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