El ganador de ayer rebosará felicidad, pero seguro que el 99% del pelotón no. El Angliru solo deja recuerdos imborrables, de uno u otro signo. ... No le faltaba razón a David Millar en su protesta hace años cuando cruzó la bicicleta en la cima para manifestar que esa subida era inhumana. Dicen que se hace más llevadera con el ánimo de un público que faltó ayer. No sé, no sé... Será sobre todo porque los aficionados te echan una mano. Los integrantes de la grupeta echaron de menos ese 'apoyo'. Ya saben a lo que me refiero.
Gran victoria de Hugh Carthy, pupilo del irundarra Juanma Garate en el Education First. Sus opciones parecían quemadas tras un primer intento baldío de alcanzar a Enric Mas. Sin embargo, supo administrar el esfuerzo y terminó fuerte en una pared que exige calcular todo al milímetro. De paso presenta una candidatura seria al podio.
Muchas veces añoramos a los escaladores que atacaban desde el pie del puerto y aumentaban paulatinamente la diferencia. Dudo que en El Angliru pudieran actuar de esa manera porque a nada que te pases, lo pagas.
Le faltó a Mas redondear su buen ataque, iniciado en un momento difícil. Fue uno de los artífices de la crisis de Roglic, a quien no vi con un pedaleo fácil. Carapaz midió muchísimo y sacó provecho de su movimiento, más desde el punto de vista moral que en el número de segundos. Pero ojo, eso también cuenta.
Personalmente me alegra la presencia de Chris Froome al lado de Carapaz en la penúltima ascensión de la jornada, especialmente con vistas al 2021 y su paso al equipo Israel. Podemos creer en él. Veremos a qué nivel. Ir a más en la Vuelta es una buena señal.
Me estoy pensando mucho subir El Angliru, aunque sea en mi flamante Giant. ¿Y si me hace perla? Menos mal que las bicis eléctricas no llevan bujía. Esa montaña da miedo hasta al turista.
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