Buena falta les hacía a los ciclistas de la Vuelta el día de reposo de ayer. Les veo muy justos de fuerzas desde hace días. ... Este año se ha notado mucho que estamos en septiembre. Quizá más que en ediciones precedentes. Al contrario que otras veces, el recorrido presenta bastantes jornadas que rondan los 200 kilómetros, a las que se han unido varios traslados, y entiendo que la organización no ha acertado con la colocación de la montaña. Situar etapas duras al principio contribuyó a clarificar la general, abrió huecos enormes en la clasificación y la prueba se me está haciendo larga.
Se están instalando en las rondas de tres semanas esas dobles carreras dentro de una misma etapa, en cabeza por la victoria del día con grupos amplios de veinte o incluso más corredores, y por detrás para la general con los hombres fuertes arropados por sus equipos. No es algo exclusivo de la Vuelta. También lo hemos visto en el Tour. No acaba de convencerme ese sistema. Me gusta que gane el más fuerte en cada terreno y el aficionado prefiere ver a los grandes metidos en la pelea por el triunfo, lo más cerca posible de las primeras posiciones.
La participación, por diversas razones, no ha alcanzado el nivel de ediciones anteriores. Faltan grandes nombres. Pero estamos viendo que la reducción de los equipos a ocho componentes tampoco es la panacea. Creo que es una de las razones por las que se prodigan tanto estas escapadas numerosas casi imposibles de controlar. El invento para neutralizar el dominio absoluto del Sky ha provocado efectos colaterales que no benefician al espectáculo. Los equipos de los candidatos a la general administran sus fuerzas, ahorran esfuerzos, calculan.
El interés de la Vuelta en lo que respecta a la clasificación general, mientras no se demuestre lo contrario, se centra en la pugna por los escalones bajos del podio, en el orden entre el segundo puesto y el cuarto. Algunos aventuran grietas en la defensa de Roglic. Yo solo veo pequeñas fisuras y un equipo sólido en todos los terrenos. Salvo hundimiento inesperado, esta Vuelta es suya.
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