Buena pareja para el Baracchi

La etapa volvió a demostrar que las fuerzas están como están. El más fuerte es el líder, junto a un sorprendente Valverde. Estamos acostumbrados a su punch, sus demarrajes y sus arrancadas, pero ayer lanzó un ataque largo y muy consistente desde abajo

Colaboraron el murciano y Roglic. Les interesaba a ambos, a Valverde porque distanciaba a sus rivales por el segundo puesto y al líder, porque está más seguro al frente de la clasificación. Quintana está cada vez más lejos y parece que la lucha se reserva para el tercer puesto entre Superman y Pogacar.

Repito que creo que hay que ir día a día. Hoy llega otra jornada complicada y las fuerzas no van a más, sino al contrario. A menos. Diría que la etapa de hoy es más difícil aún que la de ayer. Si alguien tiene algo que decir, lo dirá.

Fue bonita la lucha por la etapa, y tuvo algo de casa, porque Kuss es de Durango... pero del Durango de California. Tuvo un gesto simpático de ir saludando al público al entrar a meta. Lo había visto hacer en el triatlón y en el atletismo, pero nunca en el ciclismo. Yo, desde luego, no lo hice nunca. Me gustó. Mostró la alegría de la juventud y el agradecimiento al público.

Que ganara Kuss refleja también la confianza de Roglic. Que permita a su mejor equipo irse por delante a luchar por la etapa significa que estaba muy seguro de sus fuerzas. Suele ser mala señal que el líder tenga que recurrir al equipo para que le lleve. Lo cierto es que por atrás Tony Martin se las arregla solo.

Roglic es el más fuerte, pero sigo aferrándome a la máxima de Loroño. Esto no acaba hasta la última línea. Recuerdo cómo en una ocasión Marino Lejarreta se cayó en la Cobertoria y se fracturó el escafoides. Aquella era su Vuelta, se salía, pero tuvo que retirarse y acudir al Tour. El ciclismo es traicionero. Mejor ir día a día.