El Tour, la madre de todas las vueltas
Habrá batallas en el Tour que comienza este sábado, pero afortunadamente deportivas, que son las que nos gustan
Sadam Huseín denominó a la Guerra del Golfo como la madre de todas las batallas. Pues el Tour es la madre de todas las vueltas ... . Afortunadamente se desarrolla sobre dos ruedas y sin más armas que las deportivas, que son las que nos gustan. Esta vez me llega de sopetón y con poco tiempo para asimilarlo. Ahora bien, estoy convencido de que me ilusionaré con el paso de las jornadas a nada que todo discurra por el buen camino.
Estamos ante un duelo entre juventud y no sé si la veteranía pero sí menos juventud. Tadej Pogacar ha confirmado en la primera mitad de esta temporada todo lo positivo apuntado con su victoria en la edición de 2020. No fue casualidad. Lo atestiguan sus victorias en la Tirreno-Adriático y en la Lieja-Bastogne-Lieja, así como su excelente comportamiento en la Itzulia. Ha dejado huella donde ha corrido.
Cambian las circunstancias. Si Primoz Roglic hubiera tenido hace diez meses toda la información de la que dispone ahora, habría obrado de otra manera. Habría intentado sacar ventaja a Pogacar en otros terrenos, seguramente con éxito. Aquello es historia. Ahora llega con la lección aprendida, lo que le llevará a compartir la responsabilidad de la prueba en lugar de que su equipo, Jumbo Visma, la asuma por completo. Sin olvidarnos de que hay un tercero, o un primero, en discordia, el Ineos, formación potente y con ganas de recuperar el trono del Tour con alguna de sus bazas.
Quiero ver en acción a Van der Poel en su primera participación. Nada más llegar rompe esquemas. Siempre había creído que las otras pruebas son preparatorias para el Tour. El nieto de Poulidor, sin embargo, sale con la idea de afinar en la ronda gala su puesta a punto para la carrera de mountain bike de los Juegos Olímpicos. Pero no pasará desapercibido. Solo Peter Sagan había hecho algo similar, hace cinco años. Y dicen que Chris Froome prepara la Vuelta en el Tour. Novedades.
La doble ascensión al Mont Ventoux el mismo día y dos contrarrelojs de unos 30 kilómetros -habituales en su día y largas en la actualidad- llaman la atención en el recorrido, que ofrece un inicio ondulado en Bretaña. Como les decía Paco Giner en su original francés-valenciano a los extranjeros del equipo Orbea, hay muchos 'petit repech'.
Aunque Alex Aranburu es candidato a la victoria en la primera etapa, que termina en una cota de tercera, no le van a faltar rivales en ese terreno. Alaphilippe, Van Aert, Van der Poel, el propio Pogacar, Roglic... Abundan los gallos con mucha cresta.
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