Recordé a Juan Carlos Urrutxurtu, hombre de confianza del diputado general de Bizkaia Pradera y que tenía mucho contacto con nosotros en el equipo Euskaltel- ... Euskadi. Decía que hay que tener tensión, un mensaje que no había oído nunca y que con el tiempo he ido asimilando. Quería decir que en carrera no se puede ir de cualquier manera.
Mikel Landa no puede hablar de mala suerte. Faltó tensión. Concentración. La caída previa de sus compañeros no le favoreció, eso está claro, pero él tiene que estar delante, junto a sus rivales. Creo que tiene que dar gracias a que el abanico también pilló a Pogacar y que su equipo trabajó a tope. Si no, podría haber sido mucho peor.
La etapa nos permitió disfrutar de la bonita lucha que planteó Sagan. Soy muy partidario del eslovaco. Cada vez le cuesta más ganar y lograr el octavo maillot verde en París será difícil, pero es un ciclista luchador, muy constante y en la montaña va a andar mucho mejor que Bennett, por ejemplo. Creo que tiene posibilidades de lograrlo.
Llegan los Pirineos, que no van a decidir el Tour pero no son sencillos. La etapa de hoy es muy dura y la de mañana, con el Marie Blanque, también. Es un puerto durísimo. Landa tiene que sacar toda su rabia de dentro.
No sé si asistiremos a ataques, porque hay mucho miedo. Pero ayer se vio qué bonita salió una etapa que no iba a ser nada. Seguro que no muchos esperaban poder eliminar a dos rivales como Landa y Pogacar, más Carapaz. Lo del ecuatoriano sí fue mala suerte. Pinchó y el Ineos actuó bien. Dejó a un hombre muy fuerte como el polaco Kwiatkowski con Bernal y a otro como Jonathan Castroviejo le paró para intentar reenganchar a Carapaz o, al menos, limitar el tiempo perdido. Al final llegó con Landa y Pogacar, pero hicieron lo que tenían que hacer.
Se presenta un fin de semana interesante y no descarto que se produzca algún resultado muy significativo. Hay terreno en los Pirineos.
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