Milagros, en Lourdes
Muy cerca de Peyragudes, final de etapa ayer, existe un lugar donde dicen que la Virgen se le apareció a una pastora adolescente. Miles de ... peregrinos acuden en busca del milagro. Todos los rivales de Pogacar deberían dar una vuelta por Lourdes.
Al margen de bromas, está claro que Pogacar ha vuelto a poner las cosas en su sitio, los puntos sobre las íes. Queda un pero... cada día más pequeño y diminuto. Vingegaard no está tan lejos del esloveno. Es el único que hace humano al corredor del UAE. Entre el maillot amarillo y el resto existe una eternidad. Las diferencias de la cronoescalada demuestran que uno es el mejor sin ningún género de duda y el otro, el segundo mejor. También sin lugar a discusión.
Cada día que pasa da la sensación de que las únicas emociones de esta carrera estarán en la pugna por el tercer puesto y en la lucha por las victorias de etapa, objetivos exigibles a equipos con presupuestos altos como los que disputan esta prueba. El mismo Red Bull, que va a discutir el tercer puesto a Evenepoel con Lipowitz y Roglic, posee un poderío económico similar al de UAE y Visma. Desde ese punto de vista, lo mínimo que se le debe pedir es el tercer puesto en la general y un triunfo de etapa.
Para hacer daño a Pogacar todos los demás equipos deberían juntarse y plantear una estrategia conjunta, algo que no va a ocurrir. Por lo tanto, mejor harían algunos si se centrarán en buscar las victorias de etapa, a las que doy mayor valor que un puesto en el top-10 a partir del cuarto y sin opción de podio.
Vingegaard dobló a Evenepoel en la cronoescalada. El belga es consciente de que no puede aspirar a nada más que el tercer puesto y nunca ha sido regular en las grandes vueltas, sobre todo en la montaña. No posee la constancia de Roglic y han aparecido corredores nuevos como Lipowitz, Onley y en otra medida Vauquelin, un alivio para el ciclismo francés.
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