Dos gestas para la historia
La contra ·
El de Thomas de Gendt no es un triunfo cualquiera. Hay que resistir de esa manera la persecución de dos ciclistas tan fuertes. Y Alaphilippe recupera el lideratoQuien vio desde el principio la etapa sopló por la espalda a De Gendt desde el sillón de su sala de estar. Le empujó todo ... el mundo. Estoy seguro. Victoria merecida y trabajada. Cada vez que se filtra en una escapada, algo que ocurre a menudo, el belga marca gol o roza el poste. Ya lo había intentado en una etapa anterior esta semana. Le cazaron. En esta ocasión, resistió con su pequeña renta. A diez kilómetros de meta tenía medio minuto sobre sus dos perseguidores, nada menos que Alaphilippe y Pinot, dos de los más fuertes de la prueba. Le bastó porque rodó fuerte y supo sufrir. Ganar de esta manera es una hazaña. Anduvo una barbaridad todo el día. Iban cuatro y entraba al relevo como el que más. En un repecho descolgó a De Marchi y ya al final no pudieron alcanzarle dos que iban a por todas.
Un francés lucirá el maillot amarillo el 14 de julio
La segunda gesta correspondió a Julian Alaphilippe, quien recuperó el maillot amarillo y lo lucirá hoy, 14 de julio, fiesta nacional en Francia. Casi nada. Estaba convencido de que lo intentaría porque tenía a su alcance el primer puesto y el terreno se prestaba. Deceuninck, su equipo, no destacó en la persecución. Sin embargo, el número uno de la clasificación mundial guardaba balas. Primero arañó segundos en el puerto bonificado para ponerse a uno de Ciccone. Después sumó otro plus en la línea de meta más la diferencia sobre el grupo perseguidor. Está fuerte, lo mismo que Pinot. Pronostiqué antes de empezar el Tour que veía a un francés en el podio de París. Pero no apuesto por Alaphilippe. Más claro, agua. Pónganle el apellido ustedes mismos.
Mucha fatiga, los cartuchos de Astana y el incidente de Ineos
Observo mucha fatiga en el pelotón, y esto acaba de empezar. No acierto a entender por qué tiró tanto Astana. Quemaron los cartuchos sin demasiada lógica. ¿Ineos? No es el mejor día para valorar su rendimiento ya que una caída trastocó sus planes en la aproximación a la última subida. Iban cinco o seis juntos. No sé cuántos se cayeron, pero la mayoría echaron pie a tierra. Me sorprendió ver el cuadro de unos de ellos en tres trozos. Cuando se estrenaron los de carbono -estos son de otro material- se comentaba que el peligro era que los tubos podían convertirse en verdaderas cuchillas en caso de rotura. El de ayer no tenía semejantes aristas. El incidente dejó claro, eso sí, que Bernal no está de 'morroi' de Thomas.
La mula de la Vuelta al Goierri que tumbó al equipo Orbea
Precisamente el accidente del Ineos da pie a analizar la conveniencia de ir todos juntos en el pelotón. En caso de caída, uno puede arrastrar a los demás. Como en aquella Vuelta al Goierri de los tiempos de Mari Castaña. Iba todo el Orbea en fila, toparon con un baserritarra que llevaba una mula, se asustó el animal y fueron todos al suelo. Todos.
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