Roglic ha anunciado que cambiará de bici en el transcurso de la contrarreloj de hoy. Tengo curiosidad por comprobar la estrategia que emplean en este ... apartado los hombres de la general y los aspirantes a ganar la etapa, aunque puede que hasta quienes no se jueguen nada usen dos bicis... para dar trabajo al mecánico. Entiendo que la mejor opción es llevar la de crono en los 30 kilómetros llanos y coger la normal en los últimos seis de subida.
Historia distinta es la de Carapaz, que se juega el liderato de la montaña en el tramo de ascensión a La Planche des Belles Filles. Yo, en su lugar, haría todo el recorrido con la bici de carretera, más ligera y menos aerodinámica, y prescindiría incluso del prolongador del manillar de triatleta para no forzar la postura en el llano.
Esto de los cambios de bici y la rueda lenticular comenzó en mi época de director. Guardo una anécdota del Tour de 1985 con Perico Delgado. La crono tenía 75 kilómetros y José Luis Pascua me acompañó en el automóvil para inspeccionar el recorrido. Conducía yo, y a la vuelta le cedí el volante para echar una cabezadita. Cuando desperté, Pascua me soltó: «No te quejarás». Al rato me di cuenta de que un cartel indicador marcaba Saarbrucken... cuando la salida era en Sarrebourg. Estábamos en la frontera con Alemania. Le hubiera dejado en la aduana a Puxpulín.
Perdimos tiempo, pero llegamos para la hora a la salida. Perico partió con la bici normal, la cambió luego por una con dos ruedas lenticulares y tuvo que recuperar la primera por los bandazos que daba. No podía seguir. Perdió casi más tiempo que nosotros en el viaje.
Ahí va mi quiniela. Doy ganador del Tour a Roglic, pero con el chaval cerca. Lo difícil es acertar el tercer escalón del podio. Me inclino por Richie Porte para que no exista duda alguna sobre mi apuesta del Lugaritz. Y para el quinto puesto me quedo con Mikel Landa... con apuros ante Enric Mas.
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