Corren al fallo
Tanto trabajo para tan poca cosecha... Primoz Roglic elimina a uno de sus grandes rivales, Egan Bernal, y descarta a un corredor en su día ... peligroso como Nairo Quintana. Pero el resultado me parece corto para el esfuerzo llevado a cabo por el Jumbo-Visma. El maillot amarillo debía haber obtenido la victoria de etapa. Casi, casi estaba obligado después de que sus compañeros controlaran por completo la jornada.
La jugada se les desvió por la precipitación del propio Roglic con su ataque a falta de un kilómetro para la línea de meta. Desaprovechó de esa manera la presencia de Kuus, a quien tenían en reserva. No estuvo inteligente el líder en esa parte final y se encontró de nuevo con un Pogacar al que veo muy fresco.
La fortaleza del Jumbo-Visma asusta. Van deprisa. El ritmo impuesto en cabeza de un grupo principal cada vez más reducido a medida que avanzaba la etapa no dejó moverse a nadie. El único valiente fue Adam Yates. ¿Qué esto es el ciclismo moderno? Vale, de acuerdo. Por lo menos me queda el recuerdo de los escaladores de antaño.
Excepción hecha de Pogacar y Roglic, y su poderoso Jumbo-Visma, el resto corren al fallo. Landa llegó al límite; Miguel Ángel López, tres cuartos de lo mismo; Mas, otro tanto. Aguantan a ver quién cae. Esa estrategia vale para lograr un buen puesto en la general. Ganar exige más. Hasta entre los eslovenos va a primar el descuido. Con diferencias tan pequeñas, un par de minutos malos bastan para perder el Tour.
Bernal llegó a meta con Van Aert de policía a su lado. La juventud, con Pogacar y Hirschi a la cabeza, destaca en la carrera, pero también hay piezas de ese relevo de futuro que han patinado. Me pregunto qué pensará Geraint Thomas sobre su descarte. No podrá expresarlo, pero creo que no estará disgustado en su fuero interno.
Hace unos años, Valverde no habría dejado escapar la etapa de ayer. Pero no se le puede achacar nada al murciano. Bastante hace.
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