Un nuevo traje para el emperador Pogacar

Ha vestido de amarillo, de rosa, de blanco, de morado o de azul, pero nunca de blanco y con el arcoíris en su pecho. El mejor resultado de Pogacar en el Mundial de categoría júnior fue el 50º en Doha, en el de Sub-23 séptimo en Innsbruck y en el de élite, donde no se ha perdido ningún año, la medalla de bronce del año pasado en Glasgow es lo más cerca que ha estado de la gloria.

Este 2024 ha participado en ocho carreras y se ha adjudicado seis: Strade-Bianche, Volta Catalunya, Lieja-Bastoña-Lieja, Giro de Italia, Tour de Francia y GP de Montreal. Solo en la Milán-San Remo, donde fue tercero, y en el GP de Quebec, séptimo y su peor resultado, no ha podido ganar.

El recorrido, de 273,8 kilómetros, se ha visto durante esta semana que no es para los auténticos escaladores a pesar de los 4.470 metros de desnivel positivo que tiene. Se adapta bien a Pogacar porque no hay prácticamente ninguno que le venga mal, pero la riqueza del circuito reside en su variedad de subidas explosivas, otras más prolongadas, descensos peligrosos y una meseta tras dos cotas exigentes en la que puede brillar la potencia y aerodinámica de Remco Evenepoel. El belga, ganador del Mundial de 2022, busca hacer historia y completar el póker de oro en la ruta y contrarreloj de los Juegos Olímpicos y el oro en ambas disciplinas del Mundial. El primero, contra el crono, ya se lo colgó el pasado domingo.

Como suele ser habitual en él, ha mimado la preparación para la cita de hoy y está en plenas condiciones para ser bicampeón mundial. Para conseguirlo, todos sabemos cómo lo intentará: ataque lejano y cabalgada en solitario. Si logra sacar unos metros, pocas veces perdona. Además, para alguien que no es del todo hábil con la bicicleta en los descensos le alegrará saber que la meteorología le acompaña, porque no se espera lluvia hoy en Zúrich.

Respecto a la prueba de París, además que en los Juegos no estaba Pogacar, Evenepoel contó con la ventaja de tener en sus filas a Van Aert para secar el ataque de Mathieu van der Poel. Hoy no estará, y veremos quién es capaz de seguir al vigente campeón cuando arranque y sacuda la bicicleta con la violencia que suele exhibir en sus grandes momentos. Ha tenido un agosto y septiembre discreto, pero el año pasado su Tour de Francia fue bastante discreto y dos semanas después ganó el arcoíris en Glasgow.

Prepárense para un largo domingo en el sofá. La carrera puede explotar en cualquier momento y no sería una sorpresa ver a los favoritos moverse a la hora del vermut.