«Han vuelto a arrojar chinchetas; nos queda sensación de incomprensión»

«Ha sido un desastre». Así de contundente y triste se mostraba el cicloturista Pedro Pereiro, del club Bera Bera de San Sebastián, tras la marcha de protesta contra el lanzamiento de chinchetas en la ruta entre Hernani y Goizueta. «Aparte de que han vuelto a sembrar de chinchetas la carretera, especialmente a la altura del estrechamiento de Fagollaga, donde tienes que pasar sí o sí, la sensación que nos ha quedado es de incomprensión por parte de algunos usuarios de esa vía», concluía.

Alrededor de doscientos cincuenta cicloturistas, «sobre todo de clubes de Hernani y Donostia», que son los que más utilizan este tramo de carretera, salieron ayer con sus bicicletas sobre las 9 de la mañana para protestar por la actitud de ciertas personas que sabotean esta carretera tan empleada por los aficionados al ciclismo.

Pereiro señalaba con tristeza que «hemos visto pintadas en contra de los ciclistas en el frontón de Ugaldetxo y una pancarta en euskera que decía que el camino que usamos para divertirnos es el camino que ellos usan por obligación».

Juan Guerrero, cicloturista del club hernaniarra Zikuñagako Ama, que lideraba la marcha, tampoco podía ocultar su decepción por la respuesta de ciertas personas ante sus demandas. «Sabemos que es una carretera complicada, con curvas y estrecha, que muchas veces se emplea para ir a trabajar, con prisas y tensión, y nosotros no queremos fastidiar a nadie. Creemos que la carretera es de todos, y que todos debemos respetar las normas».

No obstante, Guerrero no quiere quitar responsabilidad a los ciclistas. «Ya sé que a veces somos nosotros los que incumplimos las normas y circulamos en grupo obstaculizando más de lo debido». Por eso cree que la 'culpa' hay que repartirla «a un 50%», pero «eso no debe de ser motivo para que no podamos convivir y circular todos libremente por la carretera. Creo que hay quien piensa que la carretera es suya, y se equivoca». El socio de Zikuñagako Ama asegura que en los clubes están «concienciados» para ser «respetuosos» con los demás usuarios de la carretera.

Pereiro insistía en que «dejando aparte a los que tiran chinchetas, que están cometiendo un delito contra la seguridad vial, me gustaría recordar que las carreteras son de uso público y lo sensato es compartirlas entre los distintos tipos de vehículos con respeto». Terminaba diciendo que «me entristece ver tanta crispación porque no creo que los ciclistas seamos un problema. Cuando tenemos coches detrás somos los primeros interesados en que nos adelanten, no buscamos crear retenciones ni tener accidentes. La solución pasa por el respeto entre los distintos usuarios de la vía y recordar que en caso de accidente llevamos todas las de perder».