Remontada europea para seguir con el pleno

Los bidasotarras no iban a tardar en coger algo de distancia en el marcador tras las tempraneras exclusiones de los visitantes, la segunda de ellas por roja directa a Radovic tras impactar en el rostro de Jon Azkue. El luminoso de Artaleku llegó a reflejar un 4-2 favorable tras el primer tanto de Rodrigo Salinas, pero el Rabotnik no tardó en revertir la desventaja.

A ello contribuyeron las paradas de Mitrevski, el lanzamiento exterior de Ostroushko -que se fue hasta los nueve tantos- y los errores desde los seis metros de un Bidasoa al que la portería visitante se le hacía pequeña. Atascados en ataque, los irundarras no conseguían detener el repertorio ofensivo del rival y Jacobo Cuétara solicitó su primer tiempo muerto tras una anotación de Madzovski (7-9, min 18). El riosellano intentó cortar la hemorragia pero no lo consiguió. Los visitantes llegaron a ponerse cuatro arriba (10-14) a falta de dos minutos, justo antes de que Rodrigo firmase el último gol de la primera parte, el 11-14. Tocaba remontar.

El panorama se complicó todavía más tras el paso por vestuarios y la renta del Rabotnik aumentó hasta los cinco en el minuto 4 (11-16). Fue justo antes del despertar bidasotarra. Un parcial de 4-0, con tantos de Azkue -por partida doble-, Kauldi y Crowley, volvió a meter al Bidasoa de lleno en la lucha por la victoria. Artaleku se enchufó, el binomio defensa y portería -que ya contaba en ella con Rangel- se engrasó y el choque se puso favorable a los de casa.

El marcador registró igualadas a 17, 18, 19 y 20 justo antes de que los bidasotarras pegasen otro arreón. Un nuevo parcial amarillo (4-0) desarboló al conjunto de un desesperado Alusebski, que probó fortuna introduciendo un séptimo hombre en ataque.

Los balcánicos no dieron su brazo a torcer y redujeron la ventaja amarilla a la mínima a falta de tres minutos. Con 24-23, Cuétara volvió a detener el choque y en la reanudación, Esteban Salinas fue capaz de anotar, escorado, un balón que se le escurrió a Mitrevski. El Bidasoa cogió aire con los dos tantos de ventaja, pero Ostroushko -autor de los tres últimos goles de su equipo- se empeñó en poner picante a los últimos segundos.

En inferioridad por la exclusión de Barthe, el Bidasoa se encomendó a un sobresaliente Sergio de la Salud para certificar la tercera victoria consecutiva en la Champions. Con 25-24 en el electrónico, al catalán no le tembló el pulso para batir con maestría desde los siete metros a Mitrevski por última vez. Tras el gol, quedaron cuarenta segundos en los que hubo tiempo para presenciar la séptima parada de Rangel y un nuevo tanto de los visitantes, sobre la bocina, que no perturbó la fiesta ya iniciada en las gradas de Artaleku.

La profundidad de la plantilla irundarra volvió a ser clave un día más para llegar al final más entero que su rival y seguir con el pleno de victorias en la máxima competición continental. Los de Cuétara finalizan la jornada en lo más alto del grupo empatados con el Sävehof sueco. Queda mucho camino por recorrer, siete partidos, pero el Bidasoa no para de ofrecer motivos para ser optimistas.