Un juego de gigantes

Simplemente viendo los highlights del Campeonato sub-18 de Asia da la impresión de que juega contra niñas. Eso debió pensar su última rival, la neozelandesa Rebecca Moors, que con sus 189 centímetros de altura parecía una jugadora de preescolar, comparada con Zhang Ziyu. Le hizo 36 puntos en apenas 23 minutos sobre la pista.

Ya se habla de un posible interés de los equipos de la WNBA por comprobar el potencial de esta pívot nacida el 2 de mayo de 2007. Por ahora está jugando con rivales de su edad en el campeonato asiático y domina a su anchas el juego y la pista. De hecho, recibe el balón se da la vuelta y lanza sin oposición. Indonesia y Nueva Zelanda han sido sus rivales, su siguiente encuentro será Japón, y por ahora sus promedios lo dicen todo: 27,5 puntos, diez rebotes, 1,5 asistencias y 3,5 tapones jugando sólo17,9 minutos de media por encuentro. Varios ojeadores de los equipos más potentes de la liga estadounidense cogieron un avión con destino China, donde se está disputando este torneo para edad juvenil.

La genética ha tenido mucho que ver en los 2,20 de esta joven jugadora: tanto su madre, Yu Ying (1,98 metros), como su padre, Zhang Yuquan (2,13 metros), fueron jugadores profesionales en China, y Ying hasta llegó a jugar con su selección. Posiblemente estemos ante los primeros pasos de una jugadora que vaya a dominar el baloncesto en los próximos años. Todo dependerá de su evolución y de cómo se pueda adaptar al baloncesto profesional.

Verle tirar sin oposición, capturar rebotes sin ninguna dificultad y que en defensa se le haga de noche a cualquier oponente indica que lo tiene todo para triunfar. Recuerda al gran Yao Ming, su compatriota de 2,29 de estatura que estuvo ocho años en la NBA, en los Houston Rockets. Caitlin Clark se empeña en que el baloncesto sea una juego de tiradores, pero Zhang Ziyu le responde que es un deporte de gigantes.