El muro rosa le complica la vida al IDK Euskotren

El IDK tiene que encontrarse a sí mismo. Frase que puede llevar a confusión porque se llevan disputadas veinte jornadas ligueras y el cuadro de Ibaeta disputó diez en Europa. Pero ya no están Washington ni Becker y han llegado Cornelius, –hace ya unos meses– Bulgak y Eraunzetamurgil, y Mbulito ha olvidado sus problemas físicos. Muchos cambios que hacen que sea difícil reconocer el estilo del IDK.

Muguruza habló de bajar al barro, de ser intensas, de pelear cada balón y hacer de cada posesión una tortura para el Joventut. Pero, salvo en el inicio del tercer cuarto, siempre estuvo a merced de las de rosa este jueves, guiadas –no es noticia– por una imperial Mariam Coulibaly, que da la impresión de ser a veces imparable. El IDK intentó frenarle con Bulgak, Pendande y Halvarsson pero la maliense acabó con 23 puntos, 10 rebotes y 27 de valoración. Otro día más en la oficina.

Las pérdidas, 21, volvieron a condenar a las guipuzcoanas, lo mismo que el estado de forma de Massey, muy por debajo de su nivel. Este jueves no anotó, lo mismo que Alba Prieto o Claessens. Cornelius hizo una canasta y Mbulito, otra. Si el IDK tiene once jugadores de primer nivel, su libreto tiene que ir por una anotación coral. El Joventut es lo contrario, donde Coulibaly y Dembélé siempre marcan el ritmo anotador. En el Gasca hicieron 23 y 16 puntos cada una.

María Eraunzetamurgil, con el 9 a la espalda, volvió a vestir la camiseta del IDK. No anotó pero hay que tener en cuenta que llevaba cerca de un mes sin jugar por una lesión de tobillo. Fue la mejor de las noticias de este jueves. Araski y Cadí La Seu ganaron , con lo que la clasificación no es que esté fea, sino muy fea.

Las de Ibaeta no dieron en ningún momento sensación de estar a gusto en la pista. Solo al inicio del tercer cuarto, cuando se aliaron Pendande y Roso Buch –las mejores de largo– para paliar diez puntos de desventaja, que tuvo el IDK en el segundo cuarto. La almeriense y la catalana hicieron ocho y seis puntos para poner un 46-44 (min. 27) esperanzador. Pero el Joventut lo bajó hasta cuatro al final del cuarto y en el acto final, el IDK se topó con un muro rosa.

Anotó su primera canasta, obra de Lara González, a 4:49 del final después de un 0-8 de parcial. Con lo que la canasta de la donostiarra significó un 50-59 casi imposible de remontar. Así fue, y el IDK tiene el domingo otra oportunidad en el derbi ante el Gernika.