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B. ARNAIZ/ A. RESA
Domingo, 8 de enero 2023, 08:48
La Euroliga de baloncesto vive su edición más igualada desde el cambio de formato que se hizo a la liga regular única en la ... temporada 2016/17. La primera vuelta ha terminado con cinco equipos compartiendo liderato, con diez equipos con balance positivo de victorias y derrotas y con el Alba Berlín, el colista, ganando al Baskonia, en cabeza y que hubiera terminado en lo más alto en el caso de haber ganado en el Mercedes Benz Arena de Berlín. En mayor o menor medida, cualquier equipo puede terminar en la jornada 34 entre los ocho primeros y acceder a la eliminatoria de playoff que decidirá los cuatro integrantes de la Final Four de Kaunas.
La igualdad está respaldada por la clasificación, y la gran temporada del Baskonia también está sustentada en la opinión de los expertos. La Euroliga ha publicado los resultados de la encuesta realizada a los directores deportivos de los dieciocho equipos y entre uno de los aspectos a destacar, el 27,8% de los dirigentes eligieron al Baskonia como el equipo más divertido de ver en la competición junto al Olympiacos y el Mónaco. Ha habido más unanimidad a la hora de escoger la sorpresa de lo que llevamos de temporada, ya que el 55,6% votó por el conjunto dirigido por Joan Peñarroya, entrenador debutante en la segunda mejor competición del mundo tras la NBA.
Entre otras preguntas, el 33,3% cree que Markus Howard es el mejor tirador de la liga regular, por delante de Billy Baron, hermano del exGipuzkoa Basket Jimmy, que milita en el Armani Milán de Messina. El base del Baskonia ha irrumpido en el ordenado, disciplinado y riguroso juego del baloncesto europeo rompiendo todos los esquemas. Howard es lo más parecido que hay a Stephen Curry en Europa.
Promedia 15,6 puntos y 46,6% desde más allá de la línea de 6,75 metros, un acierto altísimo y de mucho valor teniendo en cuenta que, como se dice coloquialmente, se tira hasta las zapatillas. Lanza casi siete triples por encuentro en la Euroliga, algunos de ellos en contraataque sin que haya opción de rebote, pero los mete para activar el estado de locura en el que están viviendo los alaveses los últimos meses. Howard ha encontrado en Gasteiz el lugar adecuado para hacer despegar su carrera, como ya lo hicieron hace unas temporadas Shane Larkin o Darius Adams, y gran responsabilidad de su éxito recae en Joan Peñarroya, quien ha sabido construir un juego y un contexto en el que el triple y la velocidad es su gran arma.
El Baskonia levantó su particular telón europeo en la Fonteta. Un triunfo que obró el efecto del trampolín y, pese a tratarse la competición de una criatura recién nacida, incitaba a preguntarse por qué este año no después de la descorazonadora temporada previa. A partir de ahí fueron creciendo la fe y el juego de un equipo luchador y competitivo. Las visitas al Buesa Arena de los dos clubes con sede en Belgrado, Estrella Roja y Partizan, nutrieron aún más las esperanzas de la parroquia azulgrana. Si el propósito consistía en incordiar a los poderosos, como ha reiterado el entrenador de Terrassa, la realidad supera ampliamente a la ficción. La Euroliga exige tal derroche físico, mental, técnico y táctico que cualquiera puede ganar a otro rival y perder de la misma manera. Algo especialmente diseñado para el bloque alavés, capaz de abatir a Goliat y de perder si no se emplea hasta el tuétano.
Desde luego, el Baskonia ha fundamentado su excelente primera ronda en la fortaleza como anfitrión. Por Vitoria han desfilado ocho adversarios y sólo el Olympiacos se ha llevado el botín. La afición ha asistido, además, a cátedras tan memorables como la hermosa tunda al Maccabi, la electricidad ambiental en el triunfo ante el Real Madrid o la enorme solvencia con la que los discípulos de Peñarroya han despachado a Estrella Roja, Zalgiris, Milán, Bayern o Virtus. Entre el éxito inaugural en Valencia y la última derrota escuálida en Berlín mediaron cuatro tropiezos seguidos, dos de ellos feos, en Lyon y Atenas. Hasta que el equipo emprendió la gira turca y volvió de ella cargado de cuajo, presencia de ánimo y pasión. Nada menos que vencer al vigente monarca continental, el Anadolu Efes, y al entonces líder, el Fenerbahce, que ha ido a menos los dos últimos meses.
Nadie puede permitirse bajar el listón en esta Euroliga tan exigente y pareja, y más si hay equipos de la actual segunda parte de la tabla que han pescado entre lo mejor del mercado. Vildoza y Campazzo, quien no puede jugar hasta el 1 de marzo, han aterrizado en el Estrella Roja de un Dusko Ivanovic que ha cambiado la cara del equipo hasta hacer temblar la sala Pionir. El Zalgiris acaba de incorporar a Achille Polonara, exbaskonista, en su sueño por jugar la Final Four de casa. Mientras, el Armani Milán, que ha hecho una muy mala primera vuelta, debería reaccionar y meterse en la pelea en la que, realmente, están los dieciocho equipos involucrados.
Es de sobra conocido la afición que hay en nuestro territorio por el Baskonia y es habitual acercarse a Gasteiz para disfrutar, sobre todo, de los partidos grandes de cada temporada. El Fernando Buesa Arena registró su último lleno el 28 de diciembre en el partido de Euroliga que los alaveses ganaron al Real Madrid con 15.504 aficionados, de los que 1.566, entre abonados y los que compraron su respectiva entrada, fueron guipuzcoanos, según un dato ofrecido por el propio club. Hubo autobuses organizados desde Bergara, a media hora del pabellón, pero también desde Donostia. Hoy reciben al Valencia a las 18.30.
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