«Te voy a arrancar el bigote»

Responsables de ambos clubes, puestos en contacto con este periódico, coinciden: «Condenamos, como no podía ser de otra forma, pediremos disculpas y tomaremos las medidas internas que haya que tomar para erradicar comportamientos que no van con nuestra filosofía».

Los hechos ocurrieron en dos puntos de Vitoria, ambos en partidos de categoría cadete y en los dos casos con padres de jugadores que solo restan en el mundo de la canasta.

El primer caso se dio en el polideportivo del colegio Divino Maestro durante el tercer cuarto del Araba-Easo de Liga Vasca cadete femenina. Un árbitro de poco más de 20 años y cuatro de experiencia, se vio obligado a expulsar a un padre de la grada después de que éste invadiera la pista al grito de «te voy a arrancar el bigote». Según relatan testigos del hecho, entre el delegado de campo, el presidente de la Federación Alavesa, Luismi Corres, y su hija, una jugadora del Easo, lograron retenerle. Ya en el exterior, el nivel de tensión se mantuvo varios minutos más.

Ante este incidente, la junta directiva del Easo denuncia que los «hechos protagonizados por un padre de una jugadora de nuestro equipo no tienen ninguna justificación y en ningún modo representan al Easo». Es más, insisten, en que «pese a no representar a nuestro club, nos sentimos abochornados por lo ocurrido y por ello hemos pedido disculpas tanto a la Federación como al equipo rival».

Desde la junta directiva insistimos «continuamente a toda la familia Easo (entrenadores, jugadores y familias) que el respeto a equipos y aficiones rivales, a entrenadores y al equipo arbitral debe ser una seña de identidad» del club y anuncian que el Easo «dispone de un reglamento interno que aplicará».

Apenas una hora más tarde, en el polideportivo de San Andrés, se vivió un incidente similar. Se enfrentaban el Araba y el Askatuak de Liga Vasca, también de categoría cadete pero en este caso masculino. Los vitorianos se imponían con claridad desde el inicio y, siempre según la versión de aficionados presentes, uno de los padres de un jugador del Askatuak achacó la diferencia al criterio del colegiado. Tras varios insultos graves, el árbitro principal, de 40 años y amplia experiencia, ordenó al delegado su expulsión del recinto. En esta ocasión, el autor de los improperios sí se fue a la calle, donde esperó la salida del colegiado para seguir ultrajando su labor.

El coordinador general del Askatuak, Joan Quesada, lamenta también lo ocurrido y ayer inició los trámites pertinentes para esclarecer lo ocurrido. «Estamos hablando con unos y con otros para hacer una fotografía de lo que ocurrió y a partir de ahí tomaremos medidas».

Quesada es tajante: «A nuestro club le avala una larga historia con cientos de partidos en distintos puntos en los que siempre nos hemos mostrado respetuosos con los árbitros y con el rival, y así tiene que seguir siendo. Seremos tajantes como no podía ser de otra forma».

Ambos casos llegan en un momento en el que la Federación Guipuzcoana de Baloncesto está dando pasos para poner en marcha un protocolo que ponga fin a estos episodios aislados que lo único que hacen en ensombrecer la gran tarea que realizan tanto el Easo como Askatuak. El protocolo se pondrá en marcha en breve.