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Javier Maestro posa con un ejemplar del nuevo libro que publica.
A la contra

«El baloncesto fue un fenómeno de masas en los ochenta»

Javier Maestro Repasa en su libro 'Tri tri triple' la época de oro del basket en España

Miguel González

San Sebastián

Lunes, 20 de octubre 2025, 02:00

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Natural de Ordizia, dio sus primeros pasos en el periodismo en El Diario Vasco entre 1994 y 2002 antes de instalarse en Madrid y dedicarse casi por completo a la información de baloncesto. Ahora acaba de publicar el libro 'Tri tri triple' en el que recorre los años del boom del basket en España en los ochenta y principios de los noventa

– ¿Cómo así ese título si su libro arranca en 1982 y entonces no existía la línea de tres?

– Necesitaba un título fácil que llegara al lector. El triple en España no se introdujo hasta 1984 y estaba a 6,25, pero enseguida se hizo popular ese grito en los carruseles de la radio de 'tri tri triple' y refleja bien el boom que vivió este deporte en los ochenta.

– El camino arranca en el Mundial de Colombia de 1982...

– Allí empezó todo. España venía de fracasar en el Mundial de fútbol y un mes después la selección de baloncesto fue sin ninguna expectativa a Colombia. Fíjate si no había interés que Televisión Española no envió a ningún periodista a cubrir el evento. Pero España derrotó por primera vez en su historia a Estados Unidos en la primera fase y todos los ojos se volvieron hacia aquel equipo que perdió el bronce ante Yugoslavia en un polémico partido. Ahí se dieron a conocer para el gran público los Corbalán, Epi, Fernando Martín, Romay, Iturriaga, Sibilio...

– Dos años después llega el boom con la plata en los Juegos de Los Ángeles 84.

– Fue la confirmación de que había una gran generación de jugadores. En el Eurobasket de 1983 España ya había sido subcampeón tras eliminar a la URSS de Eremin, Myshkin, Tarakanov, Belostenny, Homicius, Lopatov y un joven Sabonis en semifinales. Pero lo de Los Ángeles fue la bomba. Ganó a Yugoslavia en semis y la final fue ante Estados Unidos, en el que jugaba un joven Michael Jordan. Tuvo mucha repercusión porque entonces España apenas ganaba cuatro o cinco medallas en los Juegos.

«Las revistas de basket vendían más de 100.000 ejemplares y los mejores jugadores cobraban como las estrellas de fútbol»

– ¿Cuál fue la clave para aquel éxito mediático del baloncesto?

– La televisión, porque consiguió unas audiencias gigantescas que convirtieron al baloncesto en un fenómeno social a la altura del fútbol, que estaba de bajón tras el Mundial'82. No hay que olvidar que entonces solo se daba un partido de la Liga por jornada y no solía ser el del Madrid o el Barcelona, y que hubo un año sin televisión porque José Luis Núñez, presidente del Barça, quería cobrar más por los derechos de retransmisión. Ese vacío lo llenó el baloncesto.

– ¿...?

– Fíjate qué impacto social tenía que el primer número de la revista 'Gigantes', que salió en 1985, vendió más de 100.000 ejemplares. Una barbaridad...

– El libro está basado en los testimonios de entrenadores y jugadores de la época como Lolo Sainz, Aíto, Romay, Villacampa, Iturriaga o Solozábal. ¿A quién sitúan como el jugador clave de aquella época?

– Los más populares eran Fernando Martín y Epi, que estaban al nivel de las estrellas del fútbol. Incluso en sueldos. El Barcelona le firmó a Epi después de Los Ángeles un contrato de 100 millones de pesetas por siete temporadas, algo que no se había visto nunca. En lo deportivo, técnicos y jugadores valoran lo que supuso la aparición de Romay con sus 2,13. Hay que entender que entonces los pivots españoles tenían 2,05 o así, y tener a alguien con tal poder de intimidación en el juego interior hizo más fuerte a la selección para enfrentarse a rivales de mayor envergadura como Estados Unidos, la URSS, Italia o Yugoslavia que siempre le ganaban. Además, Fernando Martín pasó a jugar de cuatro con sus 2,05 y Fernando Arcega, que en el CAI Zaragoza jugaba de interior, en la selección pasó a ser tres. De repente España adquirió la fortaleza que le faltaba.

– ¿Qué papel tuvo Gipuzkoa y Euskadi en aquellos años de oro?

–Más del que se piensa. Más allá de Iturriaga, el gran Baskonia, cuyo presidente Querejeta es de Lazkao, se empieza a formar a finales de los ochenta con los Pablo Laso, Sibilio, Rivas y compañía. El Caja Bilbao llenaba La Casilla y Askatuak jugó en la ACB. Pero es verdad que, salvo en Vitoria, faltó que cuajara un proyecto fuerte con continuidad tanto en Gipuzkoa como en Bizkaia.

– ¿Cómo y por qué acaban aquellos maravillosos años?

– El final de aquella época fue la derrota ante Angola en Barcelona 92 cuando España cae en la primera fase justo cuando el resto de los deportes deparan una lluvia de medallas. Esa decepción unida a la retirada de aquellos jugadores dieron por terminada la edad de oro del baloncesto español. Luego en este siglo ganaría dos Mundiales con Gasol, pero el baloncesto nunca tendría las cotas de popularidad de entonces.

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