Les escenas vividas en el maratón femenino de la pasada madrugada no deberían repetirse. Ha sido una irresponsabilidad por parte de los dirigentes de la ... Federación Internacional de Atletismo el haber mantenido los dos maratones y las pruebas de marcha en Doha, conociendo que las condiciones meteorológicas serían terribles, con valores por encima de los 35 grados y un índice de humedad altísimo. Sabían que el clima semidesértico era irreversible, lógicamente, y que los petrodólares y su aire acondicionado aliviarían el sofoco del estadio para las pruebas de pista, pero no así el de las avenidas por donde se disputan las distancias de asfalto.
El maratón femenino, y me imagino que será igual en el masculino y en las cuatro pruebas de marcha, fue una aventura de supervivencia poniendo en riesgo la salud de las atletas. Marcas ridículas para todas las participantes, un 10% peores a las habituales, ofreciendo una sensación de peligro en todo momento que no puede volverse a repetir en siguientes mundiales. Los 42 kilómetros de Doha de ayer fueron una tortura para todas las participantes y el maratón más duro y extremo de todos los mundiales disputados desde 1983.
Resulta incomprensible que los dirigentes de un deporte sigan guiándose exclusivamente por motivos económicos a la hora de designar un evento tan importante como un Mundial. El caso de Doha reúne todos los factores como para sacarles tarjeta roja y que se sientan avergonzados. ¿Lo estarán? Tienen que pensar más allá del beneficio y de sus bolsillos... Está demostrado en varias organizaciones de campeonatos del mundo, ¿verdad familia Diack?
Una medida correctora podría haber sido el separar excepcionalmente el campeonato en pruebas de pista -y dejarlas en Doha-, trasladando las pruebas de asfalto a otro lugar con condiciones meteorológicas más 'normales'. Eso sí hubiera sido tener sentido común. Las escenas vividas en la pasada madrugada no deberían repetirse.
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