Jennifer Lawrence: grandes éxitos y tropezones
Quizás no tenga sentido dar un premio por toda su carrera a una actriz de 35 años con mucho por hacer. Pero admitamos que, hasta ahora, su trayectoria es intensa
Febrero de 2013. Jennifer Lawrence es candidata al Oscar a la Mejor Actriz por 'El lado bueno de las cosas'. 'Time' le acaba de incluir ... en su lista de las 100 personas más influyentes del planeta. La noche de la ceremonia, su nombre resuena en el Dolby Theatre. A sus 22 años de edad, sólo Marlee Matlin era más joven que ella al recibir la estatuilla.
Pero en aquel momento de gloria, cuando acude entre aplausos a recoger el premio, la épica se rompe. Su gran vestido blanco de Dior (valorado en cuatro millones de dólares) le hace tropezar de rodillas en la escalinata. Jennifer se queda unos segundos paralizada, antes de lograr enderezarse y subir al escenario. «Sé que solo os habéis levantado porque me he caído y es vergonzoso, pero ¡gracias!».
La actriz de Kentucky ya había tenido problemas en otra gala, la de los premios del Sindicato de Actores, cuando su vestido se desmontó, y al año siguiente tropezaría con un cono camino de los Oscars. También se le contabilizarían más traspiés, como cuando se cayó, embutida en un largo vestido rojo, en el estreno madrileño de 'Los juegos del hambre: Sinsajo 2'.
La anécdota de sus tropezones, y el salero con que sale de ellos, dice mucho de la Lawrence. Es difícil que no te caiga bien siendo tan humana, quizás algo patosa, a veces con un punto de rudeza, pero auténtica y capaz de superar los contratiempos de la vida con una sonrisa, inteligencia y sentido del humor.
Su mejor película
Primero, la película por la que le conocemos, 'Winter's Bone' (Debra Granik, 2010), aquel tenso melodrama con una chica que intenta recomponer a su familia en los montes de Missouri. Primera nominación al Oscar. ¿Sigue siendo su mejor película?
Sin descanso, las primeras entregas de su participación en sagas de éxito juvenil, 'Los juegos del hambre' (JL siempre será la taciturna Katniss Everdeen) y 'X-Men' (como la azul Mystique). Su popularidad se dispara hasta lo increíble.
Combina ambos ciclos con señaladas películas. Como 'El lado bueno de las cosas' (David O. Russell, 2012), aquella extraña comedia con inestabilidades mentales que le unió por primera vez con Bradley Cooper (coincidirán en pantalla tres veces más). Oscar obtenido.
O, en 2013, 'La gran estafa americana', también de Russel con Cooper. Hacer de la esposa desquiciada del estafador Christian Bale le vale una candidatura a actriz de reparto. En 2015 y 2016, la revista 'Forbes' la clasifica como la actriz mejor pagada del mundo.
Tras la ola
Terminados 'Los juegos del hambre' y pasada aquella larga cresta de la ola, Jennifer Lawrence ha sabido reconducir su vida. Bajar el ritmo de trabajo, tener dos hijos, que ha mantenido fuera de los focos (si bien reconoció públicamente su depresión post-parto), implicarse en películas arriesgadas como aquella locura de autor que fue '¡Madre!' (Darren Aronofsky, 2017) o aquel disparate apocalíptico de Netflix titulado 'No mires arriba' (Adam McKay, 2021).
También crear su propia productora, Excellent Cadaver, que coproduce 'Die My Love' (Lynne Ramsay, 2025), película que tras su tibio paso por Cannes presentará en San Sebastián.
Está por ver cómo será la segunda parte de su carrera, tras una primera fase intensa y acelerada. Y cuál será la respuesta de Jennifer Lawrence a la pregunta sobre cómo se siente al ser, a sus 35 años, el Premio Donostia más joven de la historia. Apostamos por que bromeará.
'Winter's Bone' (2010)
'X-Men: Primera generación' (2011)
'El lado bueno de las cosas' (2012)
'Los juegos del hambre: En llamas' (2013)
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