Kore-eda: «El Festival me dio mucha confianza en mi carrera»
Hirokazu Kore-eda Director
JUAN G. ANDRÉS
Lunes, 24 de septiembre 2018, 07:27
Es uno de los más fieles amigos del Festival de Cine de San Sebastián y, de hecho, ayer bromeaba al decir que hace cine «para venir a San Sebastián». En 20 años, Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962) ha presentado 10 películas en el Festival, cuatro de ellas a concurso: sólo ha ganado un galardón oficial, el de Mejor guión por 'Milagro' (2011) pero obtuvo el Premio del Público con 'De tal padre, tal hijo' (2013) y 'Nuestra hermana pequeña' (2015). Ayer se convirtió en el primer asiático en recibir el Premio Donostia y se proyectó 'Un asunto de familia' (2018), largometraje con el que conquistó la Palma de Oro en Cannes. Como es habitual, las complicadas relaciones paternofiliales y fraternales centran la acción de un filme sobre una familia de rateros de poca monta que acoge en su seno a una niña pequeña.
- Parte de la crítica consideró que sus últimas películas se escoraban demasiado hacia el melodrama y el sentimentalismo, pero 'Un asunto de familia' retoma la crudeza de sus inicios y remite directamente a 'Nadie sabe' (2004)...
- No he lo hecho para reaccionar frente a quienes me consideraban demasiado melodramático o blando. Simplemente me apetecía representar de qué manera una familia como la de mi película interactúa con la sociedad y afronta cuestiones que ocurren hoy en día pero la comunidad japonesa no quiere ver. A la hora de representar esto tienes que ser crudo y directo, pero ello no supone que esté planteándome un cambio de línea en mi cine.
- ¿Es Japón un país de muchas desigualdades?
- En estos últimos 20 años se han acentuado mucho las diferencias sociales. Siempre se había dicho que en Japón predominaba la clase media, pero hoy día prácticamente ha desaparecido y el país se divide entre quienes tienen mucho dinero y quienes viven en la pobreza.
- Su próximo proyecto, 'La Vérité', tiene a Catherine Deneuve y Juliette Binoche como protagonistas. ¿En qué medida trabajar con actores no japoneses y fuera de su país puede condicionar su mirada como cineasta?
- En lo que a mí respecta, no tengo ninguna intención de cambiar mi punto de vista, pero veremos qué resulta del rodaje, cuyo inicio está previsto para el mes que viene. La película contará la relación entre dos mujeres de una misma familia: una madre que es actriz y su hija, que también quería dedicarse a la interpretación pero no pudo. A través de la relación entre ambas me gustaría reflexionar también sobre en qué consiste el acto de interpretar en una película.
«En Japón casi no hay clase media: unos tienen mucho dinero y otros viven en la pobreza»
«Las posibilidades de abordar el tema de la familia en el cine son infinitas»
- ¿Es la familia un tema inagotable?
- Lo que sí he percibido es que yo no veía las cosas de la misma manera antes, cuando mi posición en la familia era sólo la de hijo, que ahora, cuando ya soy padre y he perdido a mis propios padres. En el futuro, a medida que vaya cumpliendo años, posiblemente vaya desarrollando otros puntos de vista. En ese sentido, la familia puede ser un tema inagotable. También hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo va cambiando lo que entendemos por familia. Por ejemplo, cuando yo era pequeño, era normal que en una misma casa convivieran tres generaciones: niños, padres y abuelos. Este modelo ya no existe y quizá dentro de diez o veinte años haya otros tipos de familia, de manera que creo que las posibilidades de abordar este tema son infinitas.
- Algunos echamos en falta el toque fantástico tenían películas como 'After Life' (1998) o 'Air Doll' (2009). ¿Se plantea volver a utilizar elementos de género en su cine?
- Me gustaría, sí. Por ejemplo, una película como 'La forma del agua' (2017) me gustó mucho y la figura de Frankenstein también me atrae. Tengo algunos proyectos aún por madurar pero la idea de extraer vida a partir de algo que no la tiene me parece muy interesante.
- ¿Cómo cree que ha influido en su carrera sus visitas al Zinemaldia?
- Me gustan mucho este festival, el equipo que lo dirige y la gente de la ciudad. Cuando vine con 'Still Walkin' (2008), mi agente me dijo que era una película muy dirigida al mercado japonés y que el público extranjero no la entendería. Sin embargo, tras la proyección se me acercaron muchos espectadores a felicitarme y a decirme que el personaje de la madre les recordaba a su madre y que les había hecho llorar mucho. Es una película con un contenido muy próximo a mi vida, y mostrarla aquí y ver la reacción del público me hizo entender que en absoluto era sólo para el mercado doméstico, sino que podía ser entendida por todo el mundo. Eso me dio mucha confianza a la hora de abordar las siguientes películas de mi carrera.
- Hace una semana falleció la actriz Kirin Kiki, que encarnó a la madre de 'Still Walking' y a infinidad de personajes suyos. Parece difícil imaginar una próxima película de Koreeda sin ella...
- Ha sido una gran compañera de trabajo durante diez años. La tengo siempre en mis pensamientos, sobre todo ahora: hace dos años vinimos juntos al Festival y cuando estos días paseo por San Sebastián no puedo evitar acordarme de ella.
Una emoción incontenible en el Kursaal
Hirozaki Kore-eda a duras penas pudo contener el llanto anoche durante la entrega del Premio Donostia. El realizador japonés que mantiene una prolongada relación con el certamen donostiarra, prorrumpió en sollozos tras recibir el galardón. El público que abarrotaba el auditorio del Kursaal ovacionó la entrega del premio y la posterior alocución del cineasta, que agradeció al festival el reconocimiento. Este ha sido un año importante en la carrera de Kore-eda (Tokio, 1962). Hace unos meses ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes gracias a su película 'Un asunto de familia' y ahora recibe el Premio Donostia, la primera vez que este galardón se le otorga a un asiático.