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Todo menos gemelos

Martes, 21 de agosto 2018, 08:35

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No podían ser más distintos los dos premios Donostia anunciados hasta ahora, cualquier cosa menos gemelos: un director japonés de culto y gran vinculación donostiarra como Hirokazu Kore-eda, y un actor de Hollywood de gran popularidad como Danny DeVito que no ha venido nunca, con una imagen de cómico del cine comercial que ha dejado en la sombra su tarea como productor y director, y que tampoco se ajusta a lo que se suele esperar de un Donostia a una estrella americana. Se prevé un tercer Donostia, a ver si completa el triángulo dispar.

Danny DeVito siempre ha superado la categoría del cómico que simplemente quiere hacer reír o que utiliza la brillantez de los diálogos como tantos monologuistas de hoy. Su comicidad ha aprovechado bien un físico que dispone de un metro y medio de altura para crecerse siempre en cada uno de sus personajes: enérgico, echado para adelante, avispado, imponiendo personalidad, poderoso como villano, hábil como trilero, convincente como asesor capaz de buscar todas las artimañas posibles para un joven abogado como el Matt Damon de 'Legítima defensa'. También en el drama o el cine negro. Y con arrestos para ponerse de gemelo de Schwarzenegger y no basar su comicidad en el ridículo.

En los últimos años su trabajo ha pasado más desapercibido, aunque ha seguido cultivando todas sus facetas. No tiene una carrera extraordinaria en ninguna de ellas, pero es una figura singular en el cine americano y popular y querida por quienes crecimos con el cine del último cuarto del siglo XX. En las bases de datos vemos su última película como director y no queda claro si está terminada o quedó en el aire. Pero, no es broma, la película se titula 'St. Sebastian'. Habrá que preguntarle.

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