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El impactante relato de las azafatas del 'Un, dos, tres': «Siempre sonreía, pero al salir del plató lloraba como una magdalena»

El impactante relato de las azafatas del 'Un, dos, tres': «Siempre sonreía, pero al salir del plató lloraba como una magdalena»

Varias de las mujeres que trabajaron a las órdenes de Chicho Ibáñez Serrador desvelan el «lado oscuro» del mítico concurso y de su creador

M. S.

Miércoles, 16 de abril 2025, 10:31

Hasta 23 millones de personas llegaron a sentarse delante de la televisión un viernes noche para ver el 'Un, dos, tres…'. El concurso fue una auténtica cantera de talentos –Victoria Abril, Silvia Marsó, Lydia Bosch...– gracias a sus azafatas, que eran escogidas personalmente por el director, Chicho Ibáñez Serrador. Aunque, según ha revelado Lecturas, algunas de ellas no guardan un buen recuerdo del programa y han compartido «el infierno que vivieron bajo las órdenes de Chicho Ibáñez Serrador.

Una de ellas es Marta de Pablo, que ha revelado que «Chicho te torturaba, te castigaba y te quería humillar, hasta el punto de no saber cómo hacerte daño». Una exazafata de las primeras temporadas, que prefiere permanecer en el anonimato, también reveló al mismo medio que entre ellas se aconsejaban que, cuando hicieran grabaciones fuera del estudio o acudieran a bolos, no cogieran nunca una habitación en el hotel solas y siempre se quedaran en habitaciones compartidas con otra compañera, porque «algunas habían recibido visitas inesperadas por la noche».

Muchas de las azafatas empezaron en el programa siendo menores de edad, como es el caso de Marta de Pablo, que aterrizó en Madrid con solo 17 años y que se convirtió en una de las favoritas del elogiado productor. La propia Marta ha contado en el programa 'Tardear' que «el problema que tuve con él es que se enamoró con locura de mí. Se llegó a plantar debajo de mi casa con billetes de avión diciendo que se quería fugar conmigo. Era muy habitual».

El fin de Marta de Pablo como azafata del 'Un, dos, tres...'

Marta empezó a trabajar en el programa y sufrió lo que suponía ser la favorita del productor: «Fui la mejor actriz del mundo, porque siempre sonreía, pero al salir del plató lloraba como una magdalena», confiesa. Marta de Pablo también revela «la forma tiránica» con la que Chicho llevaba el programa y a sus azafatas. «Él elegía a cada una de las azafatas, te quería mucho y te cuidaba, pero luego te maltrataba. Solo buscaba dos reacciones en la gente: alegría o miedo. Te hacía preparar números musicales muy complicados y al llegar a la grabación decía que no entraba y te ponía atrás del todo, te humillaba», cuenta.

La catalana recuerda también un caso que la marcó especialmente: «Una compañera fue despedida por bajar mal una escalera. Sabía que éramos importantes para el programa, pero también que podía sustituirnos en cualquier momento». Y aunque reconoce el talento de Ibáñez Serrador como creador, no duda en decir que «fue un genio, sí. Pero también una persona que, psicológicamente, estaba mal. Y eso, durante mucho tiempo, lo pagamos los demás».

En la octava etapa del 'Un, dos, tres...' (1992-1993), Marta continuó como azafata del concurso, pero no llegó a terminar la etapa, y el programa dedicado al paso del Ecuador de la Facultad de Derecho (2 de abril de 1993) fue el último para Marta, que volvió a Cataluña para participar en una serie de TV3.

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