El divertido baile de un sevillano en El Conquistador de RTVE

El campamento rico de El Conquistador esta vez tuvo dos invitados de excepción. Por un lado, Puma, concursante del conjunto Yocahu que formaba parte de los «restos» del Dream Team y que lo dio todo en la prueba de Enjaulados para hacerse con la preciada bandera que garantizaba la inmunidad. Y por otro, Montoya, extrovertido sevillano al que el leonés había elegido para acompañarle al campamento rico, después de la asombrosa renuncia de Azo.

Tanto Puma como Montoya disfrutaron a lo grande de todas las comodidades que les ofrecía su privilegiado alojamiento en El Conquistador. Y es que nada más llegar se dieron el lujo de gozar de una comilona en la que no faltaron una gran langosta, fruta y bebida para saciar la sed. Entre risas y bromas, ambos tuvieron tiempo de sobra de analizar todas las desavenencias que habían vivido en las últimas horas con sus excompañeros en el equipo Yocahu. Y, por supuesto, descansar ante las ajetreadas jornadas que les esperaban en este reality de aventuras presentado por Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva.

Eso sí, cuando llegó la noche, Montoya se soltó la melena, no se sabe si producto del vino o de sus ganas de fiesta. Lo cierto es que el sevillano, con la tripa llena, no dudó en destapar toda su gracia y bailar al ritmo de Joe Cocker. No pudo elegir canción más sugerente que la de 'You can leave your hat on' y… cómo no, se metió de lleno en el papel, con unos movimientos de lo más sugerentes en su particular striptease.

Subido a la mesa, lo primero que hizo el sevillano de El Conquistador fue quitarse la sudadera, mientras Puma canturreaba la melodía y le animaba a continuar con la faena. Después le llegó el turno al pantalón, a lo que le le sucedieron un par de poses de lo más sensuales… no exentas de un pequeño problema con el pantalón, que no terminaba de desprenderse del todo.

Las risas y los gritos eran una constante en medio de la nada en pleno Parque natural de Los Haitises, en República Dominicana. Pero daba igual: Puma era incapaz de contener la risa en vista de la marcha del sevillano y Montoya… a lo suyo: que siga el show. El sevillano se metió en el papel, y de lleno además, hasta el punto de que se quitó toda la ropa y se quedó como vino al mundo. Eso sí, con la única cobertura de una hoja que tapaba sus partes.

No contento con ello, su graciosa actuación terminó con un recuerdo para Azo, cuya renuncia le había permitido disfrutar de la preciada inmunidad. Y acercándose a la orilla gritó a la nada en la más absoluta oscuridad. «Azo, te quiero. Azo, voy a llegar hasta ti, te llevo la langosta». Puma no daba crédito a lo que veía pero a buen seguro disfrutó de una gran velada con su compañero del equipo Yocahu. Y mirando a cámara lanzó una recomendación a futuro para la organización de El Conquistador: «Le tenéis que dar vino todo el día a éste».

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