El teatro participativo de InDubio llega a la Sala Club

«La obra tiene una función social porque hace reflexionar al público sobre cómo juzgamos a las personas y cuáles son los factores que más nos importan a cada uno de nosotros a la hora de juzgar y decidir». Leyendo la novela, «cuyo protagonista es una persona fría e indolente», Santacana pensaba «que si fuera alguien carismático quizás no lo hubieran condenado». Para escribir la obra presenció muchos juicios «y también me informé sobre otros como el de Rocío Wanninkhof o el de OJ Simpson y me apetece poner todo esto frente al público».

Los espectadores toman parte muy activa en la representación. «Entrarán en la Sala Club del Victoria Eugenia convertida en una sala de vistas. Al empezar explicamos la dinámica y contamos que hay dos formas de estar, la activa o la pasiva. Los que no quieran participar nos avisan en ese momento y pasan a ser espectadores testigos. A los demás les vamos repartiendo los papeles de forma aleatoria, los tenemos en un sobre y el que te toque, que puede ser el de fiscal, juez, defensa, acusado, testigos o jurado popular».

El público se mete rápido en sus papeles, «se olvidan muy pronto de cualquier temor y parece que están más en una especie de foro y en igualdad de condiciones con otras personas, que es algo muy importante para nosotros». Los tres actores se convierten en «guías de la obra, ayudamos a la gente, les damos indicaciones sobre su papel. Y exponemos al principio los hechos para que todo el mundo lo entienda perfectamente».

Santacana se interesa mucho en crear «para público que no sea experto en teatro y por eso la hemos llevado a poblaciones rurales o con muy pocos habitantes». Y en las representaciones se han encontrado «que funciona muy bien con la gente mayor, les gusta el tema judicial, y sorprendentemente también con los jóvenes, porque les interesa todo lo interactivo y poder opinar».