Sebastián Ritter, herido
BARQUERITO
Martes, 11 de junio 2019, 07:40
Quinto de sorteo de muy bella capa -retinto albardado- y, aunque algo cabezón, hechuras armónicas. Le daba realce el cuello rizado. Jugado en último lugar, ... fue con diferencia el toro de la corrida. Para el colombiano Sebastián Ritter estaba el toro. Se cruzó por medio el destino. En una inopinada salida para quitar en el cuarto, Ritter pudo librar seguidas dos chicuelinas de caro ajuste y muy rápido giro. En una tercera, enredado con el capote, perdió pie, cayó de espaldas y quedó a merced del toro. En un solo derrote, una cornada en la pantorrilla que tiñó de sangre las medias. No llegó ni a ponerse de pie.
Al infortunio de la cornada accidental vino a sumarse otro más: perder la opción de refrendar con el toro retinto las muchas cosas buenas de que hizo gala en su primera baza. El retinto, que pareció un regalo para Eugenio de Mora, porque tuvo por la mano izquierda temple del bueno y vino por la derecha de largo después de pensárselo y escarbar pero sin renegar. Con oficio de veterano, Eugenio de Mora se lo trajo por la diestra de largo en hasta cuatro tandas, de más ligazón que ajuste, algo aparatosas, y, sobre todas las cosas, le pegó con la mano izquierda una tanda extraordinaria. Tras ella, otra en redondo, más cerquita y rehilando. Una estocada defectuosa sin muerte. Sonaron hasta dos avisos. Pero valió el conjunto una oreja bien ganada.
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