Un nuevo capítulo en la historia de Migel Joakin

Pero el descubrimiento realizado en el osario del cementerio de Altzo Azpi, que ha dado un vuelco a la leyenda, también puede suponer el inicio de un nuevo capítulo en la historia de Migel Joakin, aunque todavía es pronto para atisbar sus contenidos y para determinar quién, cómo y para qué lo escribirá, en caso de que así sea.

Lourdes Herrasti, miembro de la sección de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, especializada en osteoarqueología, que junto con el forense Paco Etxeberria ha dirigido una excavación arqueológica organizada en tiempo récord que ha proporcionado resultados con similar rapidez, entiende que el proyecto debería tener continuidad.

No obstante, todo lo que pueda suceder después de una actuación que, pese a su ritmo acelerado, «se ha desarrollado con la metodología arqueológica idónea y con todo el rigor científico», depende de dos factores fundamentales: la decisión de la familia y los recursos disponibles.

Lo que se ha hecho hasta ahora ha tenido carácter voluntario. «El equipo se formó fácilmente, y se nos unieron algunos especialistas internacionales de gran nivel con los que tenemos relación, que estaban de visita en San Sebastián. Se engancharon en seguida al proyecto porque, sobre todo después de la película 'Handia', todos estábamos prendados del personaje. La familia, el Ayuntamiento y los vecinos de Altzo también han estado muy pendientes, y eso lo ha convertido en un proyecto cooperativo, un trabajo en auzolan en beneficio de la comunidad. Ha sido muy gratificante, y no solo por el resultado».

Un resultado que califica de «excepcional», porque «tener una representación tan buena de un esqueleto que había sido enterrado y desenterrado, cuyos huesos estaban dispersos en osario» no entraba en sus previsiones. Sobre todo teniendo en cuenta que «aunque todos queríamos que apareciera, éramos un poco escépticos».

A la reconstrucción que presentaron el pasado lunes en Altzo se le ha unido el cráneo -ya disponian de él, pero no tuvieron tiempo de acondicionarlo-, alguna vértebra, un pie, fragmentos susceptibles de pertenecer al cuerpo... «Las que faltan son las manos. Y los huesos de la cara, algo que sucede a menudo, porque son muy frágiles. De todas maneras, vamos a hacer una segunda revisión más metódica y concienzuda de todo el material extraído del osario», indica Herrasti.

El siguiente paso será «realizar los análisis correspondientes, preparar un informe con todo el proceso y entregárselo al Ayuntamiento y a la familia», que es en última instancia la que decidirá acerca del destino de los restos.

Herrasti reconoce la sintonía existente entre la familia, el Ayuntamiento de Altzo y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que siguen en contacto. Entre otras cosas, para organizar el acto anunciado por el alcalde, Txomin Rezola, para el 5 de septiembre, que consistirá en la presentación de los hallazgos a los altzoarras. Sobre todo a los más jóvenes, entre los que se encontraran algunos descendientes de Miguel Joakin Eleizegi, separados de 'Altzoko Handia' por ocho generaciones.

Ese día, previsiblemente, también hablarán del futuro. Lo harán teniendo muy presentes las posibilidades que ofrece la tecnología, que hace compatible la divulgación del hallazgo y un mejor conocimiento de Eleizegi con el regreso de sus restos a la tierra.

En ese sentido, ya han obtenido el permiso para «hacer una reproducción escaneada de los huesos antes de entregarlos». A partir de ese material se abren muchísimas posibilidades, «como posibles reproducciones en modelos tridimensionales que puedan ser objeto de alguna exposición...». Incluso «se podría llegar a hacer una reproducción digital de cómo fue su rostro».

Pero, por el momento todo son meras conjeturas que limitan por un lado con la imaginación y por el otro con el presupuesto. Lo que parece evidente es que, si se establecen objetivos más ambiciosos que la entrega de un informe y, tal vez, la colocación de un nuevo panel, es posible que el trabajo voluntario no sea suficiente, «aunque es probable que haya especialistas que se ofrezcan a hacerlo», porque el hallazgo «ha tenido repercusión internacional, como la tuvo Migel Joakin en vida».

Herrasti cree que «tendría que haber apoyo por parte de las instituciones y de patrocinadores privados, de cara a promover un proyecto integral» que realce una historia singular cuyo desenlace se ha producido en un lugar tan lleno de historia y posibilidades como la iglesia de San Salvador. «En unas semanas las cosas estarán más claras», adelanta.