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Raúl, el forastero

Josemari Alemán Amundarain

Viernes, 2 de diciembre 2022, 20:45

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Sería a finales de 1977 cuando, a través de Ezequiel Seminario, conocí la sede de Kantil, la revista que editaba un grupo donostiarra de escritores. ... Era un sótano de la calle Marina de San Sebastián, con iluminación teatral y con una intensa niebla de tabaco de pipa y habano. Y una gente muy seria que me sonaba de vista, sobre todo uno de ellos, el más alto. Claro, era Raúl Guerra Garrido, el del reciente Nadal. Supongo que por allí andarían también Jorge G Aranguren, Ángel G Ronda y Félix Maraña. Y es posible que también un joven Fernando Aramburu con los ojos bien abiertos. Me llamó la atención un cartel que, con aquella luz, apenas se veía. Pluma de pavo real, tambor de piel de perro, leí, y lo vi potente. Era lo último de Raúl. Yo iba a ilustrar uno de los números de su revista. Lo hice y, a los días, Ezequiel me pasó el Kantil nº 8, ya impreso. En la portada se leía Seno nutrido, la firmaba Fernando Bustos, y representaba una teta… Muy atrevido para la época.

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