Unos premios Gure Artea con perspectiva feminista para Sahatsa Jauregi, Miren Arenzana y 'Arakis'

Los premios se entregarán el mes de septiembre en el Museo Artium de Vitoria, y cada ganador recibirá, junto con el reconocimiento que supone obtener uno los galardones más importantes que se otorgan en Euskadi en el ámbito de las artes plásticas y visuales, 18.000 euros. En un acto al que asistieron Arenzana y Jauregi, y en el que no pudo participar 'Arakis' por encontrarse fuera de Euskadi, el presidente del jurado, el filósofo y crítico de arte Fernando Golvano detalló las razones por las que se han decantado por los premiados.

En el caso de Miren Arenzana, premio a la trayectoria artística, han considerado que la carrera que la artista bilbaína inició hace varias décadas la ha convertido en «un referente para generaciones posteriores», destacando también el hecho de que siempre ha incorporado la perspectiva de género a su trabajo, «utilizando la ironía y el juego». Ella misma explicó que la perspectiva de género se concreta en la selección de objetos, como «pantis, una tapa de crema, tacones, gomas de colores rojos chillones, material de juguetería diseñados para reforzar el rol chica etc.».

El portavoz del jurado se refirió, además de a la capacidad de Arenzana «para reciclar materiales encontrados» y recomponer objetos de los que nacen «significados nuevos que producen extrañeza», a la evolución que ha experimentado su obra en los últimos años. «Su práctica se ha vuelto cada vez más austera para referirse y definir el espacio en el que nos movemos y habitamos, sea este el de la galería o un espacio doméstico. El color, la luz y los juegos con la arquitectura se imbrican de múltiples maneras en sus propuestas recientes», recoge el acta.

Xabier Arakistain, 'Arakis', ha sido premiado por su actividad en el ámbito de las artes plásticas y visuales, El concreto, el jurado ha reconocido su trayectoria como comisario de exposiciones, un ámbito en el que «incorpora paritariamente a los y las artistas, y revisa los cánones de la historiografía del arte oficial».

Además de las numerosas exposiciones que ha comisariado, entre las que el jurado ha mencionado 'Transexual Express' (Bilbao, 1999 y Barcelona, 2001); 'Kiss Kiss Bang Bang', (Museo de Bellas Artes, Bilbao, 2007); 'Guerrilla Girls' (2013) o 'Margaret Harrison. Diálogos entre el sexo, la clase y la violencia' (Azkuna Zentroa, Bilbao, 2017), han tenido muy en cuenta el trabajo realizado como director del programa expositivo de Bilbaoarte entre 2001 y 2003, y como responsable del Centro Cultural Montehermoso Kulturunea, de Vitoria desde 2006 a 2011. «En Montehermoso se impulsó un innovador modelo de centro de arte y de pensamiento contemporáneo de gestión feminista que incluyó a mujeres en paridad en todos sus programas», recoge el fallo del jurado.

Al igual que 'Arakis', Sahatsa Jauregi ha desarrollado la mayor parte de su carrera fuera de Gipuzkoa. Desde que finalizó Bellas Artes en la UPV/EHU en 2007 ha ido encadenando oportunidades para desarrollar sus proyectos personales y colectivos tanto en la faceta más creativa, centrada sobre todo en la escultura, como en la vinculada al diseño de exposiciones. Un ejemplo es la muestra 'Black is Beltza', basada en el proyecto de Fermin Muguruza en torno a la novela gráfica del mismo nombre creada junto al escritor Harkaitz Cano y el ilustrador Jorge Alderete.

El acta no escatima elogios al referirse al trabajo de la artista. «Si la actividad de Jauregi es relevante en una cartografía del arte en el País Vasco que conecta agentes y prácticas en redes de colaboración continua, su producción como artista se sitúa entre las más destacadas de su generación. El extenso catálogo de formas e imágenes que ha ido construyendo durante los últimos años, expuesto en distintos contextos y a través de soportes diversos, habla de una coleccionista meticulosa que registra lo que le rodea de una manera singular y precisa», afirman.

Además de su extensa producción, otro aspecto que destacan entre los méritos de Jauregi para ganar el premio a la actividad creativa es «el contexto social, político y artístico» en el que desarrolla su trabajo. Sahatsa forma parte del colectivo Okela, formado por creadores que desarrollan sus actividades, exposiciones y debates en una antigua carnicería de la calle San Francisco de Bilbao.

De hecho, tras participar en el acto en el que se dieron a conocer los premios regresó a su trabajo, ya que el jueves el colectivo inaugura una exposición, y aprovechó un descanso para, a través del teléfono, asegurar que «este premio llega en el mejor momento. Ahora, con un poco de perspectiva, miro hacia atrás y soy consciente de que desde que terminé la carrera he ido tomando decisiones que me han ido llevando hacia la profesionalización, dejando de lado alternativas tal vez más seguras».

Recientemente ha hecho una apuesta importante. «Me he metido en mi propio estudio, y este reconocimiento, además de suponer un gran impulso, hasta cierto punto da por buenas las decisiones que he tomado». Jauregi considera, además, que «aunque me siento muy segura de mi lugar en el arte, el jurado, premiándome, ha hecho una apuesta y por lo tanto ha asumido un riesgo».