El azkoitiarra Joseba Beristain, nominado a mejor canción original

Una 'Batalla' que, como titula en la canción que escribió para la película de animación 'Unicorn Wars', será nada menos que frente a frente con artistas como Joaquín Sabina y Leiva, Rozalén, Paloma Peñarrubia y Maite Arroitajauregi 'Mursego'. «Conozco a unos más que a otros, pero la música de Mursego me encanta, y ya ganaron el año pasado con una canción fantástica para 'Akelarre'».

Sobre la relación creativa que le ha unido por primera vez al director de la película Alberto Vázquez, considera que «él no solo tiene un humor propio y un gusto particular para la narrativa y la estética, sino también para la música, en especial la electrónica tirando a texturas abstractas y 'ambient'». Por ello, la banda sonora que ha ideado para esta guerra entre ositos y unicornios consta de «pocas melodías, muchos sintetizadores y voces, porque son el recurso que mejor funciona para dar un toque místico en el cine».

El sonido de un coro transforma en épico todo lo que sucede en pantalla, y para conseguirlo Beristain acudió al Orfeón Donostiarra. En este canto de guerra, 'Batalla', «las voces masculinas acompañan a los ositos y las femeninas a los unicornios».

La condición para presentar la candidatura a los Goya a 'mejor canción original', es que la canción tenga letra cantada y esta, aunque no tiene un idioma, tiene significado. «Nos inventamos las sílabas para que cuadraran bien musicalmente, pero no dicen nada porque para Alberto es importante que la película sea atemporal y no se sepa dónde transcurre».

Para que la música tuviera un papel narrativo, el azkoitiarra asignó un leitmotiv melódico al protagonista, Azulín, y diferentes planos sonoros para el relato de 'flashbacks' del pasado o para los momentos más oníricos. Defiende su nominación por tratarse de un tema «bastante diferente, menos canción —en el sentido estrofa-estribillo—, y más instrumental».

En esta composición musical para una película de animación, Beristain sí se ha encontrado con diferencias frente al trabajo de con filmes de ficción. «Cuando haces música para animación se empieza con una animática, que es como un 'storyboard' animado, y eso te permite ver cómo crece el proceso, sus fondos, los personajes, el color, la luz... En el cine tradicional compones casi siempre viendo algo ya muy parecido a la versión final, por lo que el proceso creativo es diferente, también porque los tiempos de producción lo son».