«Se potenció la fácil conmemoración sobre el compromiso con la memoria»
Edurne Portela abordará hoy en el Curso de Verano sobre la deportación a los campos nazis las historias que no dejan rastro en los archivos
Aunque historiadora de formación, Edurne Portela (Santurtzi, 1974) ha despuntado como autora de obras literarias que ahondan en los aspectos menos iluminados de la memoria ... reciente. Hoy participará en Donostia en el Curso de Verano de Gogora 'La deportación europea a los campos nazis (1940-1945)' con una charla en torno a 'La vida fuera del archivo: supervivencia, narratividad y transmisión de memoria. El caso de Marie-Jeanne Etcheverria', que ya abordó en 'Maddi y las fronteras' (Galaxia Gutenberg). En opinión de la autora de obras como 'El eco de los disparos: Cultura y memoria de la violencia' o 'Mejor la ausencia', el fracaso a la hora de atajar el resurgimiento de la ultraderecha no tiene una explicación sencilla, pero sí advierte de que «creo que se ha potenciado más el camino fácil de la conmemoración frente al compromiso del trabajo de memoria».
«Nunca he ejercido como historiadora –aclara la columnista de DV–, pero lo que sí tengo es mucho respeto por el documento. El problema es que las personas que me interesan, por ser mujeres o por tener un lugar secundario en la Historia hegemónica, pasan desapercibidas y es difícil encontrar esa huella material». En su caso, su interés por una mujer que militó en la resistencia «hace difícil que sus actividades entren en un archivo militar». Sin embargo, admite que los rastrea igualmente y «cuando aparece algo, lo tengo en cuenta aunque esté escribiendo una novela».
Los límites de la imaginación
En opinión de Portela, es lícito 'rellenar' con la imaginación aquellos hechos que se ignoran o de los que no quedaron rastro documental ni testigo, pero bajo condiciones:«Lo es siempre que tengamos en cuenta que no estamos haciendo historiografía, sino otra cosa. Por un lado, está el relato histórico, con sus ventajas y limitaciones, y otra cosa muy diferente es cuando usamos la imaginación para completar un relato sobre el pasado». Aquí aclara que si recurre a «la imaginación es dentro de unos límites. No quiero ir en contra de lo que sé que ha pasado o de lo que hay evidencia histórica que sucedió».
En este sentido, señala muchas de las incesantes novedades que inundan las estanterías de las librerías con el anzuelo de 'Auschwitz' en su título «son reconstrucciones del pasado poco fidedignas, además de malas novelas». Atribuye «la avalancha de este tipo de obras a que hay una cierta pornografía del sufrimiento y del melodrama».
Un fenómeno que transcurre en paralelo a la desaparición de la literatura testimonial de los campos por razones biológicas:los escasos supervivientes son ya muy mayores. Aquí Portela recuerda que «Jorse Semprún sí defendía que una vez que murieran los testigos, fuese la novela quien completara ese vacío, pero claro, no puede ser cualquier novela. Ese aura de autenticidad que tenían los testimonios ha ido desapareciendo», asegura y plantea el problema de «con qué llenamos ese vacío. No puede ser con relatos banales porque es un pasado que sigue teniendo importancia en el presento, así que cuanto más se banalice, peor».
Uno de los asuntos que abordará en su charla es la condición ambigua del 'archivo' porque «a veces te encuentras en uno documentación que dice cosas que no concuerdan con otra información. No pienso tanto que sea 'material averiado', sino que me abre una puerta a la complejidad de casar todas esas versiones que no se complementan bien. Estoy reflexionando ahora sobre cómo afrontamos un pasado que, por mucho que intentemos, no vamos a ser capaces de narrar de una forma coherente y completa que nos 'tranquilice'. Me interesan esas contradicciones o esas fallas... ¿Qué hacemos con eso? ¿Cómo podemos enriquecer el discurso por la memoria cuando no todo concuerda?»
Lo que parece indiscutible es que algo está fallando en las políticas de la memoria, frente al auge de las ultraderechas. «No tengo una respuesta clara, pero creo que se ha potenciado más el camino fácil de la conmemoración frente al trabajo de memoria. A veces, cuando se conmemora, todo se reduce a una serie de actos y de discursos basados en consensos sobre el pasado y que se vacían de contenido a base de repetirlos». Por el contrario, concluye la autora, «el trabajo de memoria es un compromiso con ese pasado que no sólo te ayuda a conocerlo, sino que también le da un sentido al presente». Esto implica «aceptar que la memoria es política, a veces para bien y otras para mal».
Mañana, cierre de curso
El Curso de Verano, organizado por Gogora de la mano de Etxahun Galparsoro y Roberto Palacios Martínez, concluirá mañana con una jornada que abrirá el técnico del Memoria del Mauthausen Christian Dürr, que disertará sobre la labor de esta institución en el exclarecimiento y preservación de la memoria de los crímenes nazis en Austria.
El responsable de la Amical Mauthausen en Euskadi, Navarra, y La Rioja Juan Francisco Murillo, hablará sobre 'Viajar a los campos de concentración: actos conmemorativos y la reflexión sobre la memoria', mientras que el delegado de la Amical Buchenwald, Enric Garriga, hablará sobre 'Buchenwald, Europa, los Derechos Humanos y la lucha contra el fascismo hoy'.
Finalmente, 'La reacción ante la barbarie: el derecho como garantía de no repetición' será el eje central de la charla a cargo de Jon Mirena Landa con la que se cerrará el Curso.
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