«La obra de Cristina Iglesias es muy cinematográfica»

«La obra de Cristina es muy cinematográfica porque tiene mucho suspense, trabaja mucho con el tiempo y con elementos muy interesantes. Al estar en contacto permanente con la artista, he podido ver el planteamiento, su colaboración con los arquitectos y el resto del equipo, y presenciar cómo dirige cada fase del proceso, hasta que va creciendo y completándose», afirma el realizador bergararra, autor de documentales como 'Bertsolari' (2011) o 'Arzak since 1897' (2020).

Con un presupuesto de 250.000 euros, con la colaboración de ETB, el Ayuntamiento donostiarra y la Diputación de Gipuzkoa, 'Hondalea' -título provisional del filme- estará terminado para finales de verano y es intención de sus responsables que, además de emitirse en el canal autonómico, «pueda verse también de forma puntual en salas de cine porque una de nuestras señas de identidad es hacer todos los proyectos con calidad cinematográfica. Hemos cuidado muchísimo la imagen, el sonido y la producción», indica la productora Marian Fernández.

Los responsables de la película se disponen a entrar ya en la fase de montaje, una vez reunido todo el material rodado en el estudio de Cristina Iglesias, los talleres de Alfa Arte y la propia isla de Santa Clara. Las estimaciones apuntan a que el metraje rondará la hora de duración. «Además del estudio de Cristina, donde empieza todo y la idea comienza a tomar forma -explica Altuna-, yo destacaría el taller de Alfa Arte, que yo no sabía ni que existía. La primera vez que fuimos nos quedamos alucinados, qué manera de funcionar, ha sido un descubrimiento porque sólo esa empresa ya tiene un documental». En esta estrecha colaboración con la artista, el cineasta ha acompañado también a Iglesias en sus paseos por el litoral rocoso de Donostia, en la búsqueda por capturar las texturas de su obra.

Altuna reconoce que 'Hondalea' ha supuesto «trabajar con esquemas nuevos», algo que asegura que «siempre aporta. En 'Bertsolari' rodé hasta que me empaché de cámara. Y con 'Arzak', volví a coger la cámara, que tiene algo de cazador que es muy bonito. Más en este caso, en el que había que ir a la isla en barco, incluso con mal tiempo. Me hace sentir vivo y eso me lo ha dado esta obra». En este punto, Fernández explica que «no repetirnos a nosotros mismos es algo que llevamos en el ADN. Nos gusta probar distintos géneros y formatos, con planteamientos diferentes. Eso te hace estar más cómoda o menos, más insegura o menos, pero te mantiene vivo».

Sobre los orígenes de este proyecto de documentar el proceso de construcción de la obra, Marian Fernández aclara que «no fue un encargo. Nos avisaron de que se iba a realizar esta obra y en paralelo nos contactaron el Ayuntamiento donostiarra y Artingenium para decirnos que sería muy interesante que se documentase todo el proceso. Nos preguntaron si nos interesaba hacerlo. Nos abrían todas las puertas, pero teníamos que hacer nosotros el viaje». Formulada la propuesta, «debo reconocer que yo no me lo pensé nada porque me parecía una oportunidad de conocer otra disciplina artística por pura curiosidad: ver cómo trabaja una artista que ya me interesaba de antes. No tuve muchas dudas», asegura la productora navarra.

Tampoco las tuvo Altuna. «Ya se veía que el proyecto tenía mucha fuerza. Nos metimos de lleno y aunque el final el proceso ha sido largo, ahora estamos en el momento más bonito, que es grabar la obra acabada y montar la película. Ahí es donde puedes darle ese toque especial que has intuido que había en esta obra». El director señala que «muchas veces, rodar y sentir no van de la mano, pero ver ahora mismo 'Hondalea' me impresiona mucho y por muchos motivos. Hay ratos en los que estás por ahí, en un descanso, te metes en la casa del faro y piensas: 'Esto es impresionante'».

También Fernández destaca la singularidad de esta pieza por encima de otras de la artista donostiarra: «Otras veces que he visitado obras de Cristina la emoción no ha sido tan intensa como con ésta, creo que porque haber visto todo el proceso de construcción hace que sea más consciente de la fuerza poética que tiene. Me emociona a un nivel de piel. Tengo mucha curiosidad por ver qué comentan los visitantes cuando la vean y salgan del faro».