Thomas Adès: «La música de Ravel es emoción pura y deslumbrante»
La Orquesta Nacional de la Ópera de París ofrece hoy en el Kursaal un concierto dedicado a Ravel en su 150 aniversario
Mari Jose Cano
San Sebastián
Miércoles, 27 de agosto 2025, 06:21
Pianista, director y compositor, Thomas Adès (Londres, 1971) se estrena hoy en Donostia al frente de la Orquesta Nacional de la Ópera de París. La ... agrupación interpretará tres obras de Maurice Ravel en un encuentro atípico que incluye dos conciertos para piano y orquesta, uno de ellos del propio Adès.
– Usted es pianista, compositor y director de orquesta. ¿Qué le llevó a combinar las tres actividades?
– La verdad es que no sabría decir exactamente cómo fue, una cosa llevó a la otra. Tengo la suerte de realizar las tres actividades, que se equilibran entre sí.
– ¿Hay alguna que prefiera?
– Para mí componer es lo más especial, ya que solo yo puedo escribir mi música.
– ¿Cómo es su relación con la Orquesta de la Ópera Nacional de París, con la que se presenta como director en Donostia?
– Trabajé por primera vez con los grandes artistas y músicos de esta agrupación en 2023, dirigiendo mis ballets sobre 'La Divina Comedia' de Dante en la Ópera Garnier, y de nuevo en 2024 en mi ópera 'El ángel exterminador' en la Ópera de la Bastilla. Ambas fueron colaboraciones maravillosas, felices y armoniosas. Dirigí quince representaciones de los ballets de Dante y ocho de la ópera, y cada una de ellas fue una auténtica alegría. Sentí una conexión total con ellos. El ballet y la ópera suelen presentar problemas que pueden resultar bastante estresantes, pero con esta orquesta sentí armonía y una apertura a la hora de encontrar soluciones que hicieron que trabajar con ellos fuera un auténtico placer.
«Sentí con ellos armonía y una apertura a la hora de buscar soluciones, trabajar con ellos fue un auténtico placer»
– Interpretarán varias obras de Ravel en su aniversario. ¿Qué destacaría de su música?
– Ravel es absolutamente especial. Una obra exquisita y de una emoción pura; madura, pero a la vez infantil. Tiene una combinación única de cualidades. Y siempre es deslumbrante, irresistiblemente emocionante.
– ¿Qué le diría al público de las tres obras que ofrecerán, 'Le Tombeau de Couperin', el 'Concierto para la mano izquierda' y 'La Valse'?
– Son tres obras maestras muy diferentes. 'Le Tombeau de Couperin' es Ravel en su máxima expresión: la conexión con la música barroca es solo superficial en cuanto al estilo (mordentes y ritmos de danza), pero más allá de eso, pueden sorprendernos las emociones maduras en un género aparentemente ligero, como lo hacen en las pinturas del artista francés Jean-Antoine Watteau, de la época de Couperin. En cuanto al 'Concierto para la mano izquierda', es una de las obras más singularmente originales de Ravel, desde la evocación inicial de la creación del mundo hasta la marcha del tiempo con la que termina, mantiene un atractivo contraste entre el misterio y la claridad. Por último, 'La Valse' une la intriga y el peligro con la fuerza irresistible del movimiento de un vals.
– Completan el programa con una obra suya, el 'Concierto para piano y orquesta'. ¿Cómo la definiría?
– El título es una descripción precisa. Espero que la música refleje toda la gama de colores y emociones del viaje que encierra.
– El pianista Kirill Gernstein interviene como solista en ella. ¿Ha colaborado anteriormente con él?
– Este concierto fue escrito para él y por sugerencia suya. Es el pianista con el que más he colaborado y esta pieza no existiría sin él. Al escribir para él e interpretarla con él siento una gran sensación de libertad y confianza plena.
– ¿El hecho de que usted sea su compositor garantiza una interpretación fiel a su sentido?
– No hay garantías, pero eso espero.
– ¿Cuál es su principal objetivo cuando dirige una obra suya?
– Presentar la obra de la forma más precisa e impactante posible.
«A los que le tengan miedo les diría que, por favor, sean abiertos, que les ahorrará tiempo»
– En su opinión, ¿qué momento está viviendo la música contemporánea?
– Infinitamente variado.
– ¿En qué medida influye la estética o el estilo de una obra para que pueda ser programada con regularidad?
– Creo que estas cosas son impredecibles y cambian cada año. Por ejemplo, la obra más interpretada de Ravel era antes el 'Bolero'; ahora, según he oído, es 'La Valse', que antes se consideraba la más difícil.
– ¿Qué pueden hacer los compositores y los intérpretes para llegar al público?
– No hay duda: dar lo mejor de ellos.
– Hay muchos aficionados que tienen cierto 'miedo' a la música actual. ¿Qué les diría para que se animen a escuchar nuevas obras?
– Les diría que, por favor, sean abiertos, que les ahorrará tiempo.
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