Joanes Unamuno 'El Negro' (cantante): «Si tengo que ser peón, sólo quiero serlo de mi música»

- En 'Focus' se percibe un salto grande en materia de producción…

- Sí, me lo he trabajado mucho, les he dado mil vueltas a las letras, a los estribillos… A cada canción le he dado más tiempo. Antes, cuando vivía y trabajaba en Soria, iba siempre con más prisa, pero ahora que estoy de vuelta en Donostia tengo tiempo para pararme y hacer las cosas bien. Nunca había estado en un estudio, el máster me lo hacía yo en casa, poniendo un poco de 'reverb' y 'delay' al estribillo…

- También hay un eje que vertebra las canciones: su deseo de vivir de la música.

- Sí, en el primer tema, 'Cuesta abajo', digo: «Y no me voy a quedar parado / voy a salir a por ello»: en 'Fuck boss' mando a tomar por saco al jefe; 'Mi show' dice: «Por mí no daban un euro y no apostaron por esto / pero yo sigo humilde, sigo con mi show»… Por eso se titula 'Focus', porque estoy enfocado en esto: la música es lo mío.

- En las letras hay abundantes referencias al dinero y menciones a los coches caros, las cadenas, las prendas y relojes caros…

-Sí, supongo que es la ambición de quien no tiene… Hablo de dinero porque me gusta y porque me falta: yo no tengo un euro, justo para pagar el alquiler y poco más.

- Quizá guarde relación con los códigos del rap, pero se diría que entiende el dinero como sinónimo de éxito…

- Tampoco es eso. A ver, si pudiera, me compraría una cadena con la cara de mi hijo, pero el dinero no es la meta, yo no estoy aquí por eso. Si hablo de ello es porque tengo un problema del copón para pagarme el alquiler, no puedo salir con mi chica a cenar ni viajar… Es mi forma de expresar que hay gente de mi edad que por pertenecer a una clase social más alta tiene más privilegios currando mucho menos que yo.

- Su hip hop no es abiertamente combativo pero la política se cuela en él. El discurso de cierre de 'Los ojos no mienten' es demoledor: «Y yo tendría que estar aburrido en mi mansión de Colorado, pero soy uno más de los tres millones de parados. / Cómo le explico yo a mi hijo que la música no da y que estoy viviendo del Estado».

- No soy muy combativo ni me tengo por luchador de las causas sociales. Si te digo la verdad, no he votado muchas veces en mi vida, y cuando lo he hecho, ha sido para que no saliera Vox. Yo lucho por mi familia, por mi gente y por mi música, en la que hablo de mis cosas. Por eso es normal que haya crítica social, porque mis rimas reflejan mis problemas y mi sufrimiento. Hay una rabia que no se puede esconder.

- No parece muy esperanzado...

- Soy realista, pero mantengo la esperanza, porque si no, habría dejado de cantar hace cinco años.

- «Y si no funciona a estas alturas voy a tocar otras puertas / Voy a empezar a cantar bonito para salir en los cuarenta». ¿Ese es su plan B?

- No tengo plan B porque eso supondría que creo que el plan A no va a funcionar..

- ¿Pero qué ocurrirá si no consigue vivir de la música?

- Yo voy a seguir intentándolo porque quiero ser libre. Si la música me diera de comer, estaría viviendo de ser Joanes, porque sólo a través de mi música logro ser yo: no hago un papel no soy un personaje. Creo que no reúno cualidades para, por ejemplo, ser panadero, pero sí tengo un don para la música. He trabajado muchos años en una fundición y lo último que quiero es vivir así, ser un peón y vivir 'enrutinado', esclavizado todo el día. Sólo me queda intentar que la música funcione porque si tengo que ser peón, sólo quiero serlo de mi música, de mi empresa.

-En 'Fuck Boss' canta: «Quiero mi estrella dentro del Hall of Fame / Si esto fuera el USA yo tendría como el Drake». ¿Siente que debería recibir más atención del público y los medios?

-Soy consciente de la repercusión que tiene mi música, que, además, por temática, no tiene mucho que ver con el rap español, que es más político o mezcla ingredientes de otros géneros como el rock. En mis conciertos la gente se lo pasa bien y hay vibras positivas, pero para tener mayor repercusión tendría que salir fuera de Donostia. Por eso he apostado por el formato de álbum, que ya no se lleva tanto pero que espero me permita presentarme fuera ante los festivales y la gente de la industria.

-¿Cómo ha cambiado su música desde que volvió de Soria?

-Estoy más cómodo mentalmente, más asentado. En Soria tenía trabajo, pero estaba a disgusto sin mi gente, me quemaba la situación. Aunque la temática de mi música ahora quizá es más gris, me veo más ingenioso. Además, la paternidad ha sido una alegría, estoy feliz con mi hijo. No soy una persona muy positiva pero él ha sido mi luz: pasamos la tarde en el parque, vamos a la piscina, hacemos la cena juntos y cuando se duerme, me meto con la música. Mi horario de trabajo es desde que él se duerme hasta que me duermo yo. (Risas)