«El órgano puede adaptarse a cualquier disciplina»

– ¿Cuáles son sus principales objetivos a la hora de programar el ciclo de órgano?

– Son varios. Complementar con nivel la excepcional programación de la Quincena y ofrecer al público una gran variedad, tanto en organistas como en programación. Es fundamental que el órgano tenga su propio espacio y protagonismo, y que el ciclo despierte el interés por conocer y reconocer nuestro impresionante patrimonio. Y por último, también me marco como objetivo dar cabida y visibilidad a los intérpretes vascos, destacando el talento local en un marco de repercusión internacional.

– ¿Es totalmente autónoma a la hora de diseñarlo?

– Sí. Me siento muy afortunada y agradecida por la plena confianza que la dirección de la Quincena deposita en mí.

– ¿Con cuánta antelación lo programa?

– Antes de que finalice este ciclo ya empiezo con los preparativos del año que viene. Y depende con qué artistas, podemos hablar de incluso un año y medio o dos de antelación.

– ¿Cómo definiría el ciclo?

– Será una experiencia muy especial y diversa. La improvisación tendrá un enorme protagonismo, con la oportunidad de escuchar a grandes figuras internacionales referentes en este campo, que realizarán varias de estas improvisaciones basándose en temas y ritmos vascos, creando así un diálogo único entre lo universal y lo local. Otro pilar fundamental serán las fusiones con el órgano. Veremos cómo se une a la danza en dos conciertos y exploraremos su sonoridad junto a instrumentos tradicionales vascos como el txistu y la txalaparta. Y no faltará la magia de los bertsolaris, que una vez más tendrán su espacio. Además, la participación de coros, voz solista y violín enriquecerán aún más la programación.

– ¿En qué medida son interesantes estas propuestas?

– El órgano es un instrumento con posibilidades infinitas, no en vano se le compara con una orquesta, y como tal, puede fusionarse y adaptarse a cualquier disciplina.

– ¿Cree que el público valora este tipo de conciertos?

– Sin duda, y la prueba es la excelente acogida que hemos tenido otros años. Además, este tipo de fusiones no solo consolidan a nuestro público fiel, sino que también despiertan el interés en nuevas audiencias que, a priori, quizás no se acercarían a un concierto de órgano tradicional. Es una forma maravillosa de mostrar la versatilidad y el atractivo contemporáneo de este instrumento.

– Michel Bouvard vuelve a actuar y a ser el profesor del 41 Curso Internacional de Órgano Romántico. ¿Cómo se presenta este año?

– El curso dura cinco días y esta vez contamos con 17 estudiantes de varias nacionalidades. Además de vascos, hay alumnos de Francia, Estados Unidos, Argentina y México.

– Además de Bouvard, en los conciertos se podrá escuchar a estrellas internacionales junto a grandes talentos locales. ¿Cómo logra esta convivencia?

– Con una meticulosa organización y visión artística. Me centro en encontrar al organista idóneo para cada instrumento, lo que incluye tanto a figuras internacionales como a nuestros valiosos talentos locales. Y creo que el público lo valora.