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Oasis regresa en buena forma
Los hermanos Gallagher salen juntos a un escenario 16 años después de su separación, para dar inicio en Cardiff a una gira mundial de 41 conciertos que generará ingresos millonarios
Menos de 24 horas después de que Bruce Springsteen cerrase su periplo europeo en el campo milanés de San Siro, los Oasis se han subido ... este viernes a un escenario en el Millenium Stadium de Cardiff para poner fin a 16 años de silencio y empezar su gira mundial. Con toda su ironía corrosiva, tras su larguísima ausencia la canción que han elegido Noel Gallagher (58 años) y Liam Gallagher (52) para volver ha sido simplemente 'Hello' (hola), una palabra, el corte que abría su legendario album '(What's the Story) Morning Glory?' (1995). «Ha sido demasiado largo», ha dicho Liam a sus fans antes de empezar. Y hasta ahí todas las explicaciones.
Después de tantos años y de innumerables especulaciones, Oasis ha vuelto a arrancar la maquinaria. La gira consta de 41 conciertos y está en las pizarras de todas las casas de apuestas británicas, donde se cruzan traviesas para intentar acertar cuándo la tensión entre los hermanos Gallagher hará saltar todo por los aires. De momento, este viernes ha habido concierto en la capital del País de Gales. Este sábado en el mismo escenario, ya se verá, pero no es buen lugar para una espantada, gente curtida los galeses, hijos de mineros y buenos jugadores del rugby.
Tras el saludo, los Gallagher se han arrancado con uno de sus mega éxitos. Un riff de guitarra de Noel ha dado paso a 'Morning Glory' y a una serie de hits incuestionables 'Some Might Say' (su primer número uno), 'Cigarettes and Alcohol', 'Fade Away', 'Roll With It'... Con el éxito económico más que asegurado, quedaba por pasar el examen artístico. La voz de Liam ha sonado rejuvenecida en el inicio del concierto y se ha metido en el bolsillo al público, que tampoco estaba muy seguro de qué iba a encontrarse y ha estallado de júbilo al ver que los Oasis han regresado en buena forma.
Tras las primeras canciones, que no han sido de fogueo sino todo lo contrario, los dos hermanos han saludado a sus fans agarrados de la mano, en una imagen inverosímil, y Liam ha coqueteado con las primeras filas. «Se os ve bien, especialmente a ti...» ha dicho a alguien cerca del escenario.
Para el final del concierto, la banda ha preferido reservar otro encadenado de clásicos: 'Don't Look Back in Anger', 'Wonderwall' y 'Champagne Supernova', en un repaso de 23 canciones a sus éxitos de los años noventa. Aunque podía haber dudas del resultado musical, el portentoso arranque de los Gallagher en Cardiff disipó las dudas, al menos en lo relativo al primer show.
50 millones para cada uno
Lo que no ofrece dudas es el balance económico. El Millenium Stadium se llenó hasta los topes para el primer concierto de una gira con el cartel de no hay billetes colgado en cada una de sus 41 paradas. Los Oasis tocarán puerto en Cardiff, Mánchester, Londres, Edimburgo, Dublín, Canadá, Estados Unidos, México, Corea del Sur, Japón, Australia, Argentina, Chile y Brasil, hasta el 23 de noviembre, cuando ofrecerán su útima actuación en el Estádio do Morumbi de Sao Paulo. Han vendido 900.000 entradas, menos del 10% de los diez millones de solicitudes. Se estima que cada uno de los dos hermanos se embolsará másde 50 millones de euros por esta gira, superando las ganancias del Taylor Swift.
Tras el fulgurante inicio, Liam se ha apartado a tomar aire y Noel ha cogido el centro del escenario para un recorrido acústico con su guitarra, lo que ha rebajado las pulsaciones del Millenium Stadium, hasta que su hermano ha vuelto para arrojarle encima al público 'D'You Know What I Mean?', primer tema del disco 'Be Here Now', tercero del grupo (1997).
La lista de canciones fue un recordatorio de la creatividad brillante, directa y violenta del grupo en aquellos años conflictivos. Mánchester había sido una «sucia cañería de la que fluye oro puro», en palabras de Tocqueville, pero de aquello solo quedaba la primera parte de la frase. Oasis y el resto de grupos tocaban en almacenes abandonados junto a los canales.
Este viernes, 62.000 personas han accedido al estadio pero muchos cientos más se sientan en el exterior para escuchar el concierto desde fuera. Antes de 'Cast No Shadow', el público acompañó al grupo con las pantallas de sus móviles encendidos. En su anterior concierto, en 2009, no era en absoluto una imagen habitual.
Guerras distintas
Tras el segundo concierto de Springsteen en Anoeta, en este periódico Elene Arandia escribió que «el rock aún sirve» y destacó que se pueden librar las guerras nuevas con canciones viejas «que décadas después, ahora suenan igual de urgentes, igual de rabiosas, y vuelven a estar listas para incomodar».
La del americano y la de los ingleses son guerras distintas. Oasis nació en Mánchester, cuna de la Revolución Industrial, y los Gallagher hacen gala de ser bandera de lucha de la clase obrera del norte de Inglaterre. Su rivalidad en los 90 con Blur, representantes de la clase media londinense, fue legendaria.
Pero los hermanos ni provienen de las capas bajas de la sociedad ni tienen un discurso que pueda encajarse sin chirriar en el progresisismo, más allá de un laborismo casi genético de todos inglés del norte por oposición visceral y comunitaria al Partido Conservador y, más concretamente, al thatcherismo que también arrasó el Gales donde tocaban este viernes. Pero sus soflamas racistas y homófobas les generaron más de un problema.
Alineados en la estética futbolera, alardean de ser parte de la «chusma del fútbol». Hinchas irreductibles del Manchester City, este viernes han proyectado una imagen del futbolista del Liverpool Diogo Jota, fallecido en accidente de tráfico junto a su hermano. El público aplaudio el gesto de los Oasis. Saben vestir y fueron probablemente la mayor banda de Europa en los 90 –en EEUU siempre les costó penetrar, con el país en brazos del grunge–, pero Oasis ni siquiera daba por segura su posición como 'Primus inter pares' en su ciudad, ante la brillantez de The Stone Roses –y su mítico concierto fundacional del movimiento 'Madchester' en la sala Haçienda, donde los Gallagher experimentaron una epifanía, segun explicaron después–, Joy Division, su continuación, New Order, o Happy Mondays. O, antes, The Smiths.
Todo eso es pasado. Oasis vuelven a estar de gira con sus canciones viejas de los 90, que parecen listas para las nuevas guerras de 2025.
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