Niño de Elche: «El flamenco es el arte de la autodestrucción»
Calificado de dinamitero del flamenco, el heterodoxo cantaor presenta su disco 'Colombiana' en el Victoria Eugenia
En su nuevo álbum, el cantaor parte del concepto de los cantes de ida y vuelta del flamenco, aquellos conectados con la música popular hispanoamericana. ... Palos como la milonga, la rumba, la guajira o la colombiana aparecen reinterpretados junto a cumbias, peteneras, chichas y sones. Paco Contreras Molina (Elche, 1985) ha trasladado esa idea romántica a la actualidad para hablar de temas como las drogas, la esclavitud, el colonialismo, el estraperlo o las fronteras. Lo ha hecho con la ayuda del productor Eblis Álvarez, del grupo colombiano Meridian Brothers, mezclando la música orgánica con la electrónica, «aunque muchas veces no sepamos dónde reside la línea divisoria», según advierte el artista en un cuestionario respondido por e-mail.
El concierto
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Cartel: Niño de Elche.
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Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia).
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Día y hora: 19:00
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Entradas: 24 euros.
- Ayahuasca, opio, cocaína... Le ha quedado un disco adictivo...
- Parafraseando a mi querido Juan Carlos Usó, «si la droga es adictiva es porque está muy buena» y produce sueños agradables, que diría el colectivo Tiqqun. A partir de mis lecturas y amistad con el maestro Escohotado entendí que la droga puede ser uno de los grandes elementos para conocerse uno mismo con profundidad. De ahí que la droga y su relación mercantil con Latinoamérica fueran conceptualmente tan importantes para el disco.
- Hay una cumbia ('Colombiana vasca') en la que suenan las voces de Maialen Lujanbio y Beñat Achiary. ¿Por qué quiso usar el euskera, un idioma a priori poco flamenco?
- Bilbao era un importante puerto marítimo que enviaba y recibía grandes barcos cargados de chocolate o cacao rumbo a las Américas. La idea del tema partió de considerar esas sustancias como una droga más. Achiary es uno de los cantantes que más me han influenciado en los últimos años y el arte de Maialen como bertsolari me pareció espectacular y emocionante. Siempre se pueden encontrar conexiones con lo flamenco dado su perfil bastardo, pero en 'Colombiana vasca' la conexión era más histórica y conceptual que musical.
- Ahora hay en Donostia un grupo de gitanos euskaldunes, Sonakay, que canta y toca flamenco en euskera...
- El flamenco se puede cantar en cualquier idioma y seguirá siendo flamenco aunque para mí hoy está cuestión no sea algo importante. En mi disco 'Antología del cante flamenco heterodoxo' (2018) grabé cantes en latín o en catalán, por ejemplo. Eso sí, quisiera que el ejercicio no se quedara sólo en el cambio de idioma pero si este se da, que sea también en pro de un desarrollo de la práctica menos conservadora, algo más experimental y arriesgada en lo estético y conceptual.
- Usted ha adaptado un 'lekeitio' de Mikel Laboa, ha improvisado con Joseba Irazoki... ¿Con qué otros artistas vascos le gustaría colaborar?
- Laboa es un referente como cantautor experimental y Joseba, uno de los grandes guitarristas del Estado, un músico con unas capacidades de apertura envidiables. Hay muchos con los que me gustaría colaborar pero si tuviera que elegir hoy, diría que Lisabö.
- Y si tuviera que definir su arte, ¿cómo lo haría?
- No lo definiría ni en una sala de tortura ni en una jam-session de jazz, que viene a ser lo mismo.
- ¿Del flamenco se puede salir? Lo pregunto porque se define usted como exflamenco.
- Sin duda. Del flamenco, como espacio social y comercial, se puede salir; más bien, diría que hay que salir. Pero salir del flamenco como música es una difícil tarea. Es más adictiva y gustosa que muchas sustancias psicoactivas y si lo mezclas todo, date por vencido.
- ¿Qué es un exflamenco?
- Alguien que perteneció al flamenco en un sentido social, comercial y conceptual y que, pasada su experiencia, se aleja de esos posicionamientos. Eso sí, reconociendo que todo ese proceso dejó un bagaje y unos residuos que pertenecen a sus lógicas artísticas.
- ¿Qué recuerda de su etapa flamenca?
- Las grandes cenas después de cantar, sobre todo en Murcia. Cantar sin saber muchas veces qué cantaba ni cómo lo cantaba hasta que no veía la reacción del público que me servía como termómetro para conocer mi calidad artística. Algunas broncas con mi padre, sobre todo cuando no ganaba. Alegrías cuando conseguía algún premio, sobre todo por el dinero. Muchas ilusiones y muchos desengaños. Gentes muy bondadosas y muchas muy dañinas en las peñas flamencas y, sobre todo, en los concursos. Una pantomima necesaria para tener a alguna clase media entretenida y cubierta de ego y poder pueblerino ficticia.
- ¿Cuándo fue consciente del peso de la tradición?
- Esa consciencia la vas tomando poco a poco pero tu espalda se va curvando sin tú saberlo.
- Le han llamado dinamitero del flamenco. ¿Es eso lo mejor que se puede hacer con la tradición, dinamitarla?
-Si cumples radicalmente con la tradición es ella misma la que se dinamita y tú ardes con ella. El flamenco es el arte de la autodestrucción junto a las 'raves'.
- Pedro G. Romero, que suele ayudarle a elaborar el concepto de sus discos, dice que en 'Colombiana' no hace arqueología, sino que es «un disco de anticipación». «Se atisba aquí el flamenco que viene», dice. ¿Se ve en algún tipo de vanguardia?
- Si mi propuesta es vanguardia o no, la responsabilidad de dicha vacía etiqueta no recae solamente en la propuesta en sí, sino también en el devenir de los tiempos futuros en el mundo del arte.
- ¿Y cómo ve el flamenco del futuro?
- No lo veo.
- ¿La heterodoxia es su único credo?
- La heterodoxia es lo contrario a cualquier tipo de credo.
- ¿Le dolió lo que escribió cierta prensa conservadora tras su paso por la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2018?
- Era lo esperado, lo contrario habría sido mi fracaso como artista.
- Le dedicaron lindezas como «Tongo, impostor, farsante, orate del flamenco»... ¿De dónde nace la inquina de los puristas?
- Sobre todo de mi enfrentamiento a sus opiniones y sus intentos de injerencia en el devenir de los artistas flamencos. También está su incomprensión hacia mi propuesta artística, pero es algo generalizado en el flamenco, sean criticones o no. Es un orgullo y algo esperable que exista ese consenso, pues en el flamenco actual no se puede dar un pensamiento no conservador, ya se considere progre o no.
- También le acusaron de venderse al firmar con Sony.
-Decir «firmar con Sony» es una generalidad porque se trabajan con diferentes contratos que te exigen según qué cuestiones. No es igual, y lo digo desde un sentido legal y no moral, fichar como artista de una compañía multinacional a firmar un contrato de distribución o licencia con dicha compañía. Pero más allá de eso, ser artista supone venderte en la más amplia concepción del término. Quien diga lo contrario o, no es artista o es un utópico que no sabe nada del funcionamiento de la industria artística.
- ¿No hay ningún peaje que pagar?
- Como en toda negociación, sea de amor, contrato social, familiar, espiritual, política...,
- Fuerza Nueva, su nuevo proyecto con Los Planetas, también ha provocado cierta polémica, no sólo porque se han bautizado con nombre de partido ultraderechista, sino por su versión libre de 'Els Segadors' crítica con el nacionalismo catalán. ¿Hasta qué punto le divierte la provocación o ver cómo la gente se siente provocada?
- Me divierte menos que 'Pesadilla en la cocina', bailar tecno, comer en buenos restaurantes, leer, consumir drogas o el morbo sexual. El nivel de diversión con la provocación que pueda suscitar un disco o espectáculo que haga es de tercer rango.
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