Mikel Azpiroz presenta su nuevo 'Pakea pieza', una pausa al frenetismo desde el piano
Quien mañana se acerque a las recónditas profundidades de la Sala Club bajo el Victoria Eugenia debe parar un momento el reloj. «Que se ... sumerja, se olvide del ruido, del frenetismo, que la música le lleve a otro lugar con su poder curativo». Así relata el pianista donostiarra Mikel Azpiroz la experiencia que propone su nuevo álbum 'Pake pieza', en la cercanía de este escenario a pie de público.
Con la colaboración de sus fieles escuderos Karlos Arancegui (batería) y Fernando Neira (contrabajo), el recital de esta noche se pasea por las nueve piezas de su cuarto disco en solitario. Es el primero en el que se presenta en formato de trío, tras debutar a piano solo con 'Gaua' y 'Zuri', e incorporar luego la percusión para 'Islak'. Esta faceta «íntima, pausada e introspectiva» se compartimenta con su «parte más lúdica», esa que quema con el blues progresivo en Elkano Browning Cream.
Más meditativo, en 'Pake pieza' recorre todo su «lenguaje asimilado», del Impresionismo de Erik Satie al ragtime de Thelonious Monk, de las melodías 'naive' a los ritmos de 'second line'. Tras el amplio recorrido que 'Islak' le llevó por España, Polonia y Ecuador, el músico afronta una nueva etapa de continuidad «pero con mayor presencia rítmica, diferente en directo y mucha improvisación». El de esta noche será una hora y cuarto de inmersión, sin amplificación y sin filtros. Una pausa de principio a final.
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