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Un buen espectáculo
Poder disfrutar en Donostia de un musical es un lujo y si además se trata de un título como 'El fantasma de la ópera' y ... una producción como la que estos días recala en el Kursaal la experiencia es aún más placentera. Es importante señalar que no se puede esperar un montaje escénico como el que ofrecen estas compañías cuando están asentadas en un teatro concreto. Desplazar un espectáculo como un musical exige 'meterlo en una maleta' y adaptarlo a otros escenarios que, en casos como el auditorio donostiarra, tienen limitaciones de espacio. Por eso, conseguir un resultado vistoso y convincente es un triunfo. Y ayer lo fue. A nivel de escena se pudo disfrutar de una movilidad ágil de los cuidados decorados y de los ambientes necesarios para recrear cada una de las situaciones en las que se desarrolla la historia, además de algunos golpes de efecto (que no revelaremos), todo ello reforzado, además, de un cuidado vestuario y una bien trabajada iluminación.
En el aspecto musical, 'El fantasma' tuvo grandes voces y brilló especialmente en el foso, con una concertación magnífica del director musical Miquel Tejada, un destacado compositor de música para cine. La sonorización del ensemble instrumental de catorce músicos, un conjunto clásico con tres teclados, fue extraordinaria, si bien la de las voces resultó a veces un poco estridente. Esto no impidió que los cantantes brillaran en sus intervenciones. A nivel de resistencia destacó la soprano Ana San Martín como Christine, con mucha facilidad para los agudos y un color muy apropiado para su rol. Sus canciones, para las que el compositor británico Andrew Lloyd Webber escribió melodías amables y armonías tonales, adquirieron especial dulzura en su voz. El fantasma Manu Pilas, gótico, oscuro, con un lenguaje más cercano al rock sinfónico y otro tipo de acompañamiento instrumental, resultó especialmente expresivo en su interpretación teatral y en los efectos vocales que consiguió combinando con acierto una voz impostada con la natural. El resto del elenco, buenos actores y cantantes, redondearon un espectáculo digno de ver.
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