Félix Ardanaz regresa a Kiev para dirigir un concierto bajo la amenaza de las bombas
El director donostiarra se pondrá mañana al frente de la Orquesta de la Ópera de Ucrania en un ambiente «más tenso» por la amenaza de los drones rusos
Su primera experiencia en Kiev fue «durísima pero profesionalmente inolvidable». El pianista y director de orquesta Félix Ardanaz (San Sebastián, 1988) dirigió en abril 'Carmen' ... en la Ópera Nacional de Ucrania, y mañana volverá a pisar el mismo escenario, en esta ocasión para liderar un concierto homenaje a Manuel de Falla. «Tanto para los intérpretes como para el público en estos momentos la música es un modo de escape, un forma de olvidar la realidad cotidiana que están viviendo, que es muy dura», asegura el director donostiarra, que atiende a este periódico desde Kiev.
El conflicto bélico en el que está sumido el país, con una población «cada vez más desesperada y nerviosa», no ha sido obstáculo para que Ardanaz aceptara de nuevo la invitación de dirigir en Kiev. «Durante mi estancia en abril el embajador de España en Ucrania me anunció que querían organizar un concierto sinfónico junto con el Instituto Nacional de Artes Escénicas, con repertorio de compositores españoles. Me propuso que lo dirigiera y acepté gustosamente la propuesta».
Esa cita será mañana y estará dedicada a la figura de Manuel de Falla, «un compositor importantísimo en el mundo sinfónico», recuerda. El director donostiarra se pondrá al frente de la Orquesta de la Ópera Nacional de Ucrania, que interpretará tres de sus obras sinfónicas más celebradas: 'Noches en los jardines de España', con la pianista Kateryna Diadiura como solista; 'El amor brujo', con la voz de la mezzosoprano Iryna Petrova; y la suite de 'El sombrero de tres picos', que recoge algunas de las secciones más destacadas de este ballet. «Son tres de las obras magnas de Falla», subraya Ardanaz.
El día que llegó a Kiev tuvo que permanecer dos horas en el sótano del hotel. «Aproveché para estudiar, qué se la va a hacer!», dice
El director donostiarra llegó el lunes a la capital ucraniana tras un viaje de 18 horas en tren desde Varsovia, «en estos momentos es la única forma de llegar aquí en transporte público desde Europa», aclara. Un viaje que resulta «toda una aventura», porque «el tren va parando en todos los pueblos y por seguridad, primero los militares polacos y luego los ucranianos se llevan los pasaportes». Ya en Kiev, no queda otra que seguir los protocolos establecidos cuando suenan las alarmas, que últimamente lo hacen a menudo, asegura. Como le pasó el mismo lunes por la tarde cuando acababa de instalarse en el hotel. «Tuvimos que bajar al sótano y permanecer allí durante dos horas», cuenta con toda naturalidad. «Es lo que hay. Yo me llevé las partituras y aproveché ese tiempo para seguir estudiando. Por desgracia, aquí están acostumbrados a estas situaciones y están preparados. Había mesas y sillas donde sentarse y teníamos agua y comida por si acaso». Una de las cosas que más le ha sorprendido en esta segunda visita a Kiev es que «todos los ucranianos tienen instalada una aplicación en el móvil que les informa en tiempo real de las zonas de peligro durante un ataque, y ya se han acostumbrado a eso como su realidad cotidiana». Algunos ensayos también los han tenido que interrumpir y refugiarse en el sótano del edificio, «y si durante el concierto suenan las alarmas, es lo que se suele hacer también».
Calma tensa
Ucrania vive en situación de guerra desde hace más de tres años, cuando Rusia invadió su territorio. Desde entonces, miles de personas han abandonado el país, y aunque los combates se suceden sobre todo en la frontera entre ambos países, los drones y misiles también sobrevuelan y estallan en la capital del país. «Están viviendo una situación límite, llevan tres años y medio de guerra y viven bajo mucha tensión, sobre todo por las noches, porque muchas veces las alarmas suenan durante toda la noche. La gente ya está muy agotada por tener que dormir en el metro, en refugios o en el parking».
Es lo que le cuentan algunos músicos de la orquesta. «Cada uno tiene su propia historia, desde mujeres que han perdido a sus maridos o a sus hijos porque les llamaron para ir al frente de guerra, a otros que tienen que pasar las noches en el sótano de su casa o en el de algún vecino con sus hijos. Son situaciones dramáticas». Sin embargo Félix Ardanaz admira «su valentía, porque siguen yendo a trabajar y lo dan todo en cada uno de los conciertos. Para mí son auténticos héroes».
«Ahora hay muchas más alertas, la gente está bastante desesperada y cansada y las calles están más vacías»
De hecho, la Ópera Nacional de Ucrania no ha dejado de programar durante estos últimos años, y cada fin de semana hay conciertos, óperas o espectáculos de ballet, «aunque se anuncian con poquísima antelación, dos o tres semanas antes, porque no saben cuál será la situación en la ciudad en el futuro inmediato», explica. Ardanaz elogia esa «increíble programación, que para ellos es una especie de resistencia cultural, porque es su manera de colaborar a que la guerra impacte lo mínimo posible en la vida de las personas». Al igual que la ópera, las salas de cine también están abiertas. «La gente intenta hacer una vida normal, dentro de lo que cabe».
Sin embargo, el director donostiarra advierte que desde su última visita en abril ha encontrado la ciudad cambiada, y no a mejor. «Desgraciadamente ahora hay muchas más alertas de drones y misiles, la gente está bastante desesperada y cansada y eso se nota en la calle, se ven más vacíos los restaurantes, las terrazas... la gente está más nerviosa». En su opinión, «Rusia está infligiendo una presión enorme a la población civil, con una clara pretensión, que es que la gente se desespere». Por lo que le transmiten los ucranianos, no creen que las negociaciones actuales les lleven a ningún sitio. «Por supuesto que Europa sigue ayudando a Ucrania desde el primer día, con el envío de armas. Pero ellos reclaman algún tipo de ayuda extra para desencallar la situación», indica.
Parada en Ucrania y actuación en Nueva York antes de publicar disco
Félix Ardanaz apenas va a permanecer una semana en Kiev. Desde el martes ensaya con la Orquesta de la Ópera Nacional de Ucrania el concierto de mañana y a su término regresará a Donostia para preparar su próxima cita, que le llevará a actuar de nuevo en la sala del Carnegie Hall de Nueva York. Después se meterá de lleno en el lanzamiento de su próximo disco, «el primero como director», aclara orgulloso. Lo grabó el año pasado dirigiendo a la Orquesta Nacional de la BBC, con obras de Debussy, Ravel, Stravinski y María Eugenia Luc.
No será el único trabajo discográfico que sacará próximamente. Para enero está previsto que salga el álbum que grabó al frente de la Vienna Radio Symphony Orchestra (ORF) con obras vinculadas al paisaje vasco de los compositores contemporáneos Isabel Urrutia, María Eugenia Luc y Gabriel Erkoreka y de Maurice Ravel, compositor de Ziburu del que se cumplen 150 años de su nacimiento.
Entre lanzamientos de discos y conciertos, Ardanaz seguirá impartiendo clases en Musikene, centro en el que realizó sus estudios superiores de piano y dirección de orquesta, y también en Londres, donde también ejerce como director.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión