Exuberante emoción
Crítica: Devendra Banhart + Vetiver ·
La exuberancia vocal, instrumental y estilística presidió la nueva visita de Devendra -dicho así, sin apellido, como le llaman sus fans-. El estadounidense de origen ... venezolano lideró un quinteto ampliado a sexteto cuando Andy Cabic, finísimo como telonero con Vetiver, aparecía para hacer coros.
Banhart comenzó con 'Is This Nice?', el primer tema de 'Ma' (2019), su álbum grabado en Japón. Se escucharon guiños y escalas orientales en 'Kantori Ongaku' y 'Taking A Page', que sonaron junto a 'Love Song', con cierto aire de soul setentero, o 'Carolina', una divertida bossa nova. En similar onda interpretó piezas más o menos antiguas como 'Theme For A Taiwanese Woman In Lime Green', que dio paso al chachachá 'Mi negrita'. Igual que hizo en 'Fancy Man', el artista la cantó sin guitarra, aferrado al micro en plan crooner guaperas y deambulando guasón por el escenario.
Tras el derroche de armonías de 'Daniel' concedió una petición ('Brindo') y protagonizó, él solo con la acústica, uno de los instantes más emocionantes: la rumbera 'Quédate luna' y la tristísima 'Memorial', puro Cohen. Ésta hizo saltar las lágrimas del público y de su autor, que confesó haber llorado al ver el mar en Donostia. Tras la desopilante jam futurista del batería y el teclista, en el vibrante final sobresalieron 'Fig in Leather', infecciosa ración de música disco con cuerdas sintetizadas, y 'Seahorse', ácida ración de psicodelia en la que el barbudo se transmutó en sosias de Lou Reed y Jim Morrison. Un solo reproche: ¿Qué les costaba hacer un bis? Pocas veces permanece el público aplaudiendo siete minutos con las luces encendidas: el concierto fue soberbio, pero la hora y media supo a poco.
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