«En mis comienzos, Miguel Martín confió más en mí que yo mismo»
Llegó a Donostia para un año, «a mi bola, sin ningún tipo de presión, a hacer fotos». Recuerda Miguel Martín, quien ahora solo tiene palabras ... de «agradecimiento y cariño» para la cuidada y artística labor pictórica de Lolo Vasco, que el de Monasterio (Badajoz) «se ofreció voluntario» para poder fotografíar a los artistas que visitasen los diferentes espacios de la ciudad. «Al año, ya era el fotógrafo oficial del Jazzaldia», recuerda con cariño el ahora responsable del certamen musical, que mantiene con el retratista una estrecha relación de amistad, «porque son tantos años... Lolo es un profesional intachable. Tiene un gran talento y un corazón enorme», piropeó Martín a Vasco, a quien le costaba articular palabra tras todos los halagos.
«Es curioso, porque en mis comienzos, Miguel Martín confió más en mí mismo que yo. Y nunca olvidaré la fe que depositó en mí, porque podría haberse negado o haberme dado largas. Pero esa fidelidad y ese cariño que siempre me ha demostrado nunca lo olvidaré. Y, por supuesto, es mutuo», añadió Vasco.
Poco a poco, el fotógrafo fue curtiéndose, también en música y, por supuesto, en jazz. «Al principio no sabía quién era nadie. Me iban diciendo si este merecía mucho o poco carrete –es decir, que hiciese muchas o pocas fotos–. El Jazzaldia es mucho más que un festival. Es el escenario de tantos recuerdos que ver ahora esta disposición me remueve todo», concluyó Vasco.
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