Oscar Terol: «El mundo está hoy invivible, pero hasta Einstein vio una salida en el humor y en el amor»
Oscar Terol estrena el viernes en Tolosa su nuevo espectáculo. «Vivo así feliz, sin trabajar en la tele: escribo mis textos, los interpreto yo solo y el público parece disfrutar»
Alborota su larga melena, se pone un bigote y saca la lengua. Como Albert Einstein. «Hasta el hombre más inteligente del mundo, como dicen que ... fue, sacó la lengua en la foto que dejó para la posteridad en actitud burlesca. El humor era una salida. Y la otra, el amor, como dice en la carta que dejó para sus hijas. Como nadie va a pensar que oso compararme con Einstein, apuesto por esa imagen y su 'relatividad' para mi nuevo espectáculo».
Oscar Terol está de estreno. El viernes a las 20.30 presenta en el Leidor de Tolosa 'Mundos para lelos', su nuevo montaje. Ya tiene contratada una larga gira que le llevará al Gayarre de Pamplona, el Campos Elíseos de Bilbao y, en septiembre, al Principal de Donostia, entre otros muchos lugares. «Ahora afronto con nervios el estreno del Leidor porque nadie ha visto el trabajo, ni siquiera mi representante. Lo he escrito solo, lo ensayo solo y lo interpreto solo, cantando además tres canciones compuestas por mí. Y estoy feliz, porque me siento más libre que nunca. No necesita trabajar en la tele ni hacer otras cosas».
Lo comprobó con su anterior montaje, del que ha ofrecido ochenta funciones en dos años de pandemia. «He actuado en sitios grandes y pequeños, con aforos limitados y en todas las condiciones. Voy, actúo y me vuelvo». Esa libertad que gozó con el espectáculo que acaba de abandonar quiere revivirla con esta nueva propuesta. «En el anterior hablaba de la pandemia. En éste, en el mundo invivible que nos está quedando, entre virus y guerras. En el siglo XX había unos sabios que nos ayudaban a entender la situaciones; ahora nadie sabe explicar, cada uno barre para su lado y el ciudadano se conforma con llegar al final del día».
Hora y media de humor
Pero Terol no quiere ahondar en el pesimismo. «Lo cómico impregna el cien por cien la función, y al final hasta comparto una salida del túnel con el público, pero no la puedo desvelar porque quiero mantener la sorpresa. Digamos que hay algo de catarsis».
Sonríe el escritor, actor y humorista cuando se le pregunta por el pelo largo de su nueva imagen. «Dios dio dinero a unos y a otros nos dio pelo», bromea. «Ahora me ha venido bien para este toque de Einstein de barrio, con que el emprendo una larga lista de actuaciones de la que estoy tan contento. Después de año haciendo muchas cosas me apetecía este tiempo de gobernar mi actividad y hacer lo que quiero sin depender de nadie».
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